1. El angel que cayó

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Ya habían pasado 12 años desde el misil de Croix y la liberación del Gran Triskellion. Las dos salvadoras del mundo, Diana Cavendish y Atsuko Kagari, habían tomado caminos distintos; sin embargo, el dúo no parecía estar de acuerdo, con este cambio, Akko aún recordaba las últimas palabras de Diana cuando finalmente acabó su estadía en Luna Nova: "Akko, eres la chica más increíble e importante de mi vida, espero que nuestros caminos vuelvan a encontrarse". No había día que no pensara en esas simples palabras. Akko estaba acomplejaba, le daba vueltas al asunto una y otra vez, ¿acaso se trataba de algún tipo de profecía? ¿O solo se quería a declarar? Fuera como fuera, esa rubia con una cabellera similar a la de una lechuga no podía escapar de su mente.
Recordaba vagamente esos agradables momentos junto a Diana, era una sensación agradable y misteriosa, la dudas que tenía hacia la rubia ahora se convirtieron en el único puente al pasado, ya hasta parecía haber olvidado a las que fueron sus amigas, recordaba a un par: Lotte y... Amanda. Fue espontáneo el cambio que tuvo, algo que le costó que sus amigas se apartaran un poco de ellas menos las antes mencionadas, ellas estaban más que dispuestas a ayudarle en todo, no querían nada a cambio, solo no querían ver a una amiga triste, ni mucho menos que olvidara aquellas siete palabras que le ayudaron a crecer como persona, no era el momento de soltar esa parte de su vida, aún.
—Señorita Kagari -su manager apareció y la asustó, dando un brinco en el asiento en el que Akko estaba.
—¡Aaah! Dios, Kiro-kun, vas a matarme de un susto -Akko se levantó y se sacudió un poco.
—Lo siento Kagari-san. Quería avisarle que en 5 minutos estaremos en vivo para el show.
—De acuerdo, gracias Kiro-kun. Oye, quisiera pedirte un favor.
—Claro, ¿qué necesita?

Ya faltaba muy poco, con su atuendo completo y varita en mano, Akko estaba lista para dar su espectáculo, la gente gritaba su nombre eufórica; su esfuerzo no fue en vano, logró hacer un show igual o mejor de espectacular que Shiny Chariot, solo que esta vez, no tendría que recurrir a tomar la magia de sus espectadores, especialmente a los niños entre el público, como de antaño lo hizo Chariot sin darse cuenta. A pesar de estar en el negocio por unos 4 años, su corazón aún palpitaba de emoción, le llenaba de alegría el ver a toda esa gente sonriente y alucinada por lo que sus ojos captaban; el saber de que se volvía a creer en la magia le daba la fuerza y energía para continuar, a parte de su gran fama por evitar la crisis del misil, que a diferencia de Diana, Akko vió una oportunidad para catapultarse y ganar renombre por más tiempo, y llevar su mensaje a demás personas aún escépticas respecto a la magia. «Je, esto me recuerda a mis amigos cristianos. Ya entiendo por qué decían que parecía un mesías». El telón se abría lentamente y dejaba ver cada vez más a la brujita que salvó al mundo junto a esa chica de gran prestigio; su figura ahora era reconocida y ahora estaba cumpliendo su sueño, su esfuerzo y pasión la levaron a este punto en donde hace historia, se le puede ver danzando en las espadas ardientes que hace que cualquiera se asombre y su corazón se detenga por un momento ante tal maravilla. Si tan solo hubieran estado en Luna Nova, si tan solo pudieran ver cuantos golpes y caídas tuvo que sufrir; una crisis de la que pudo recuperarse con la ayuda de esa ahora amor lejano y sus amiga. Ni Finnelan, ni Holbrooke, ni esa versión arrogante de Diana la detuvieron, solo fueron un impulso, ese paso atrás que siempre daba para poder correr y saltar. No creyeron en ella y ahora puede reírse de aquellos que dudaron; hizo lo que nadie se atrevió a hacerlo, ni siquiera Diana le llegó a los talones, pese a que jamás lo admitió, pudo comprender que siempre estaba un paso adelante de Diana. Puede que su conocimiento y su razón fuera superior y una meta más que clara, incluso mayor a la de Akko, y, sin embargo, era solo una proyección, lo que Diana necesitaba de Akko, y lo que Akko necesitaba de Diana. Dos polos opuestos que sin duda alguna, algo que escapa de todo entendimiento se lograban a acercar pero jamás unir, y ese vació estaba presente en la relación que tenían, por lo que las llevaba a una profunda tristeza que jamás revelaron. El show debe continuar, aún y con todos los problemas y dudas, debe de dar su mejor rostro, con una gran sonrisa y los pulmones llenos de aire grita a los cuatro vientos: "¡Bienvenidos al gran show de Shiny Akko!".

Y entonces, mi espíritu volóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora