Capitulo 19

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Apretó su agarre en la pretina del pantaloncito. Las piernitas se movía atrás y adelante con la desesperación por tocar el suelo, imposible en la posición que estaba. Elevó más al pequeño cuerpo alejándolo del peligro. Su respiración seguía siendo tranquila a pesar del momento crítico, no era su culpa hizo todo lo que pudo por evitar una tragedia mayor.

Envolvió en sus brazos el cuerpito deteniendo con un pie al otro pequeño ser que se acercaba al mismo destino. Vio la delgada y alta figura de su esposo acercarse a él con el rostro pálido y los ojos más grandes de lo normal. Sonrío para tranquilizarlo, después de todo la situación estaba controlada.

Si fuera otros tiempos armaría una guerra campal con Hyungwon por haber descuidado al castañito pero ahora entendía que no era su culpa. Los accidentes pasaban y por más que su esposo quiera cuidarlos y protegerlos, ellos siempre encontrarían la forma de arriesgar sus vidas, típico de niños.

–Mi vida. Creí que te habías lastimado

Hyungwon extendió sus brazos para recibir al menor. Besó su carita repetidas veces cuando lo tuvo por fin con él. Los dos trillizos restantes saltaban a cada lado exigiendo, también, su dosis de amor. Hoseok cargó a ambos (bastante agradecido con las dos horas diarias de ejercicio por las noches o de lo contrario no podría cargar a sus hijos)  dejando un pequeño beso en cada bebé.

–Creí que perderíamos las costillas – bromeó Hyunwoo volteando el costillar con unas pinzas – pero lo bueno que no alcanzo a tirar el asador

–El niño casi se quema ¿Y a ti te importan las costillas?

–Solo bromeó mi amor.

Kihyun asintió con los ojos entrecerrados no convencido del todo.

–No puedo dejarlos un ratito sin verlos porque hacen de las suyas – dijo Wonnie acomodando el cabello del castañito

–Ami ~ lete –pidió Hyeongjun con un pucherito colgándose del cuello de su papá

–Si, bebé –bajó al castañito para recoger la mochila de ellos–Vamos a la cabaña

–¡Ti!

Hoseok bajó con cuidado a los dos pequeños acomodando sus abrigos. Sonrío al ver cómo Wonnie los ordenaba en filita hasta llevarlos a la cabaña. Probablemente les daría pecho y necesitaba privacidad, no era lo mismo darle a uno que a tres. Aunque solo le daba a dos y el otro le tocaba el biberón pero aún así los turnaba. Para Hoseok era un poco gracioso ver ese tipo de escenas por lo que no dudó en seguirlos, igual servía para prepara los biberones.

–¿Te ayudo?–preguntó sujetando de la cintura al rubio. Repartió besos por toda la extensión de su cuello acariciando el vientre plano por debajo de la ropa.

–Los niños están aquí– susurró ladeando su cabeza.

Ya estaban en el cuarto que les correspondía y mientras ellos se sumergían en su burbuja de besos y toqueteos, los niños se acomodaba en la cama esperando su leche, con uno que otro empujoncito.

–Me gusta como hueles–murmuró en la oreja del menor–a Mío

–¿Desde cuándo tan posesivo?

Hoseok sonrío girando al delgado quedando frente a frente. Besó su naricita, su mejillas y por último sus pomposos labios apretando levemente la cintura de éste.

–Desde que el joven en la gasolinera te guiñó un ojo y nos hizo un descuento

–Tiene sus ventajas ser hermoso – dijo con orgullo colocando sus brazos en los hombros anchos del otro –tuvimos más gasolina para llegar sin problemas

Diseñando nuestra familia (2WON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora