Un cruce de amor y odio

¿STEFANIELLE?

Danielle estuvo en su auto alrededor de 20 min con la cabeza por encima del volante y dejando caer lágrimas sobre sus mejillas, tenía muchos sentimientos encontrados, en realidad no sabía cómo sentirse, pues estaba enojada que "la mejor noche" de su vida fuese solo una ilusión y con nada más que Stefania, estaba confundida, triste pero por sobre todo estaba obligándose a odiar más a Stefania. Estuvo con todo eso dentro de ella hasta que unos golpes al vidrio de su auto la hicieron caer de nuevo a la realidad.
Al voltear a ver era aquella italiana que tenía en mente.

¿Si? -dijo Danielle muy secamente bajando el vidrio de su auto viendo a la morena-

¿Estás bien? -cuestión la italiana de una manera muy amable y cálida-

Si... -respondió la rubia dando un suspiro corto-

Bien, bueno sabes termine de grabar por hoy ¿quieres hacer algo? -decia Stefania, en realidad Stefania se estaba sintiendo culpable por alguna razón-

¿Cómo que? -preguntó la rubia-

Lo que quieras -respondió la morena-

Danielle se quedó en silencio unos segundos, pues el "odiar" a Stefania no se le estaba haciendo tan fácil que se diga, menos cuando la italiana le sonreía o se le acercaba pues el aroma de aquella mujer provocaba en ella miles de emociones.

Esta bien, sube -dijo Danielle quitando el seguro del auto, y mientras Stefania sonreía caminando por delante del auto para rodearlo y subir-

Ambas ya en el auto cerca la una de la otra no dijeron nada, Danielle se limitó a salir del estacionamiento y ya en la carretera solo conducía sin rumbo alguno.

¿A donde vamos? -preguntó Stefania-

No lo sé, en realidad esperaba que tú me dijeras a donde ir -contesto Danielle-

¿Yo? -dijo con una risa algo corta- bueno Danielle yo soy acá la nueva, no conozco casi nada de acá

Danielle soltó una risa, que contagió a Stefania y entre risas iban en el auto.

Ahora piensas que soy la persona más tonta -dijo Danielle entre risas-

En realidad creo que eres una persona muy linda -contesto Stefania, logrando que la risa de Danielle bajara de tono, quedando en una sonrisa y algo ruborizada- y bueno también un poco mandona y testaruda...

¿Yo? -dijo Danielle con las cejas alzadas mientras seguía con la vista en la carretera-

Si, bueno esa fue mi primera impresión pero... cuando los demás hablan de ti me contagian de tu emoción y alegría, se me hace muy mágico pues sin tu estar presente irradias luz -término por decir Stefania logrando que Danielle no borrara aquella sonrisa de oreja a oreja-

Sin decir nada más, Danielle seguía conduciendo pero con un destino ya en mente, y sin decirle nada a la italiana llegaron a un parque, un parque algo alejado de la ciudad donde tenían un mirador increíble de toda la ciudad.

¡Mama mía! -dijo Stefania al salir del auto, pues estaba muy impresionada de aquella vista-

¿Te gusta? -preguntó Danielle-

¡Pues claro! Es toda la ciudad -contesto la italiana sin salir del asombro y cerrando sus ojos inhaló profundamente aquel aire puro que las envolvía-

Estuvieron paradas sin decir nada observando todo hasta que Stefania rompió el silencio diciendo... Gracias.

¿Por qué? -cuestión Danielle-

Porque claramente no la estás pasando bien, más con lo de el chico de anoche y aún así tratas de poner tu mejor cara para mi, trayéndome a lugares como este -respondió Stefania- Gracias bella...