Un cruce de amor y odio

"Soy tuya"

Habían pasado ya unos minutos hasta que Stefania luego de haber acercado a Danielle empezó a bajar delicadamente sus manos hasta la cintura de la rubia.

Vete... -dijo Danielle en un susurro por encima de los labios de la morena-

Estoy segura que no quieres que me vaya... -respondió la morena-

Stefania... ¿Qué pretendes, qué quieres de mi? -preguntó Danielle mientras le mantenía la mirada a Stefania-

Danielle no quiero nada más que estar contigo -respondió la italiana mientras con una mano acariciaba suavemente su mejilla-

Vete por favor... -contestó Danielle-

¿Estás segura? -respondió en forma de pregunta la morena-

Si... -contestó nuevamente en un susurro Danielle mientras miraba fijamente a la morena-

No puedo... -dijo Stefania-

¿Por qué? -cuestión Danielle-

Porque no puedo irme con la idea de que no eres mía -respondió al morena-

Stefania... -intentaba decir la rubia, pero por la interrupción de Stefania se quedó callada-

Déjame hacerte mía... -dijo Stefania en susurros caminando con Danielle tomada de la cintura, acorralándola entre la pared y ella-

Stefania... no quiero que juegues así -logró decir Danielle con la respiración un tanto agitada-

¿Entonces como quieres que juguemos? -cuestión la morena-

Danielle sin poder decir nada empezaba a sentir como la italiana empezaba a desabrocharle el pantalón y se acercaba a besarle el cuello...

Dani entonces dime... ¿como quieres que juguemos? -decia Stefania de forma de susurro en el oído de la rubia- Tu mandas...

Danielle ya no podía decir nada, todo lo que estaba pasando llevaba imaginándolo desde hace mucho, sus ganas por estar con Stefania ya no eran un secreto, cada uno de sus músculos le exigía que Stefania le correspondiera. Por lo que la rubia mientras miraba a Stefania solo dijo "Acá no, vamos a la cama".
Stefania con una sonrisa victoriosa entre besos húmedos y un tanto bruscos logro que se dirigieran hasta la habitación, y tumbando a Danielle en la cama empezó por quitarse el pantalón y la blusa ella primero quedando solo en lencería de encaje negra.
Acomodándose lentamente por encima del cuerpo de Danielle empezó a besarle su cuello,  y como fácilmente había dejado el pantalón sin ningún seguro entró debajo de sus bragas y estimulándola rozaba sus dedos por en medio de su intimidad.
Danielle no hacía más que retorcerse y disfrutar de las caricias de la italiana, Stefania la tenía como quería por lo que desabrocho botón por botón todo los de la blusa de Danielle.
Danielle se veía un poco ansiosa por lo que Stefania se acercó a su oído y logrando que Danielle solo quedará con la respiración agitada susurro "amore tranquillo, abbiamo tempo" (tranquila amor, tenemos tiempo).
Danielle no entendía nada lo único que logro hacer fue asentir y dejarse llevar nuevamente por las caricias de la italiana.
Stefania había dejado ya libre los pechos de la rubia, por lo que se enfocó en ellos y mientras los lamia sus dedos entraban y salían de Danielle, la rubia era completamente de Stefania, sentía como Stefania era apasionada y a la vez delicada, Stefania sabía muy bien lo que hacía pues los gemidos de Danielle le daban a entender eso, lo húmeda que estaba la rubia lograba que Stefania no quisiera parar, por lo que lentamente bajo y besaba la intimidad de Danielle, succionando todo de ella, la lengua de Stefania estaba dentro de Danielle dándole el mejor de los orgasmos, pues la rapidez con la que hacía su trabajo era demasiado satisfactoria.
Danielle solo sujetaba las sábanas de su cama, las venas en su cuello se hacían presentes, los gemidos cada vez más fuertes y el temblor en sus piernas empezaban a hacerse presentes también, por lo que Stefania bajando la intensidad subió hasta sus labios de nuevo y viéndola a los ojos mientras seguía rozando su intimidad dijo "Dime que eres mía".
Danielle casi sin aliento, y con el último gemido dijo casi en forma de grito "Stefania soy completamente tuya".
Stefania sonriendo apartó lentamente sus dedos de su entre pierna y terminando aquello la besó delicadamente, Danielle exhausta quedó por debajo de las sábanas, entrelazada al cuerpo de la italiana, ambas quedaron profundamente dormidas.
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Anteriormente había dicho que llegaría hasta el capítulo 10 (este) pero hay cosas por desarrollar aún así que disfruten lo que queda, gracias por el poyo.