Un mágico atardecer

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Todo marchaba bien para las dos mujeres, luego de aquella reconciliación su relación frente a sus amigos y familia era ya sólida, ambas contando con el apoyo de sus familiares y amigos salían más a reuniones, claro muchas veces sin poder tomarse de la mano o darse uno que otro beso o prueba de afecto en los restaurantes o sitios públicos, pues por varias marcas que las patrocinaban y una serie de contratos les prohibía hacer todo aquello, por suerte para ellas solo quedaba una temporada más por grabar de Station 19 y poder salir a la luz.

Mientras sus primeras vacaciones las pasaron juntas en Sicilia, Italia de donde era Stefania, Danielle encantada conoció a parte de su familia, intento muchas veces aprender un poco el idioma pero lo único que podía lograr entender y decirle a Stefania era "Baciami" que causaba en Stefania una ternura enorme por la rubia, que lo intentaba decir de una manera sensual pero a decir verdad la rubia parecía una niña de tres años aprendiendo a hablar.

Fueron unas vacaciones excelentes sin tanta prensa encima de ellas, sin darle explicaciones a nadie, eran ellas dos como siempre se lo habían imaginado.
Un sábado por la tarde mientras se encontraban en un campo viendo un atardecer mágico por Italia, Danielle recostada por encima de las piernas de Stefania solo sonreía al verla.

¿Puedes dejar de verme así? -soltó Stefania con una risa mientras le daba un beso de pico a la rubia por debajo de ella-

No, no puedo -contesto mientras se acomodaba por encima de sus rodillas para así ver a la castaña-

¿Por qué? -cuestión la rubia alzando las cejas-

No quiero dejar de verte, no me pidas que deje de verte, Stefania no me veo sin ti... -confesó la rubia con una sonrisa- nunca creí que podría amar tanto a alguien como te amo a ti...

Stefania solo sonreía mientras miraba como el la puesta del sol lograba contrastar con el rubio de Danielle, como la suave brisa las envolvía, la frescura y la paz que experimentaban era inigualable.

Stefania... cásate conmigo -dijo la rubia-

¿Qué? -respondió exaltada la morena-

Bueno, no ahora, solo prométeme que algún día nos casaremos, prométeme que vamos a estar juntas hasta nuestro último atardecer... -decía la rubia mientras jugaba con las manos de la morena-

Te prometo Danielle Savre que estaré contigo hasta el último atardecer, y cada que caiga el sol ten por seguro que estaré contigo sin importar que, cada que veas un atardecer tan mágico como el de hoy, ahí estaré yo... contigo, para siempre -sonrío Stefania mientras respondía-

Sus vacaciones dieron fin luego de unos meses, volvieron a Los Ángeles.
Habían pasado ya casi un año y diez meses desde que se conocieron, el tiempo pasaba volando, la relación marchaba de maravilla, la prensa solo tenía rumores de su relación pero ambas habían aprendido a ser más discretas, ser más reservadas y todo eso lograba que fueran bien.
Era un día de rodaje y en la sala de descanso estaban Grey, Boris, Jaina, Stefania y Danielle

No puedo creer que sea nuestra última temporada -dijo Jaina dirigiéndose a todos los presentes-

Ni yo, no puedo creer que esto llegue a su fin -respondió Boris con un poco de nostalgia-

Fue así como una conversación de varios minutos sobre anécdotas y recuerdos empezaron a salir, sobre lo maravilloso que había sido aquel proyecto.

¿Que piensan hacer cuando todo acabe? -preguntó Grey, dirigiéndose a Stefania y Danielle-

Las chicas recostadas en un sofá, Stefania por encima de Danielle sonrieron.

Vamos a dejar de huir de las cámaras -respondió Stefania mientras una sonrisa de oreja a oreja se formaba en su rostro-

Me parece bien, me alegro por ustedes -contesto Grey con una sonrisa-

Luego de aquella conversación los días pasaron  cada vez más cerca de que todo llegara a su fin, Stefania y Danielle felices per a la vez sin querer soltar aquello que un día las unió.

Era un martes por la mañana, ninguna de las chicas tenía que grabar algo, se encontraban en su casa descansando, y Danielle tomando un poco de iniciativa preparó el desayuno, colocando un poco de música italiana sirvió dos copas de vino y despertó a Stefania con un beso.

Cariño... son las 9:30am y no tenemos ningún compromiso ¿puedes dejarme dormir? -dijo Stefania sin abrir bien los ojos-

Bueno aún no tienes tú un compromiso... -respondió la rubia-

¿Como? -cuestionó la morena sin entender nada y frotando sus ojos-

Toma... -decia Danielle dándole una copa de vino, mientras Stefania se sentaba en la cama-

¿Que celebramos? -cuestionó nuevamente Stefania sin entender nada-

A nosotras... -contestó la rubia-

No entiendo nada... -dijo Stefania-

Bueno, Stefania... yo en realidad espero que tu respuesta sea la que espero... pero Stef estamos ya ha nada terminar con Station 19, estamos a nada de ser completamente libres, y no quiero presentarte frente a todos como mi novia... -suspiró- quiero presentarte como mi prometida... por lo que... Stefania Spampinato ¿te casarías conmigo? -soltó la rubia mientras sacaba una sortija de su bolsillo-

¡Oh, Dio! -dijo Stefania casi de un grito mientras veía y escuchaba todo aquello- ¡Si, Si! Acepto, Danielle claro que si -respondió dejando la copa de vino por encima de la mesa al lado de la cama y dejando que Danielle colocará el anillo se le tiró a los brazos- Me haces muy feliz bella... -decía la castaña durante el abrazo-

Ambas felices, pasaron el día juntas, viendo películas, comiendo pero sobre todo hablando sobre su boda, su compromiso, ambas haciendo planes a futuro...

Un cruce de amor y odio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora