Mi fan -Karamatsu

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Era otro día más en el que me dediqué a evitar a la que se había auto nombrado Karamatsu-gilr y mis hermanos ya sabían que ella me ponía nervioso al borde de cambiar mi personalidad de llegar a la etapa de mis días en la escuela.

— Ya llegue mis niños -hablo la mujer a la que le tengo un aprecio infinito-

— Oh! Mom, bienvenida a casa -grite desde la cocina-

— ¿Que haces aquí hijo? -curiosa entró para ver que estaba preparando-

— Es la cena mom -mi madre sonrió, acaricio mi cabello y empezó a acomodar la despensa que había traído-

— Mi niño encontrarás una buena esposa -escuchar eso por mi madre me desestabilizó haciendo que parte de mi antebrazo chocara con una cazuela caliente- ¡¿Te dije que tuvieras cuidado?! -exaltada mi madre tomo mi mano aún regañándome- deja ya de hacer eso y ve a curar tu herida -a ella nunca le a gustado ver cómo nos lastimábamos, por lo que desde pequeños no enseñamos a hacerlo nosotros-

— Ok mom -me miro una vez más preocupada mientras ella se encargaba de la comida-

...

Han pasado un par de semanas en las que exclusivamente solo salgo a hacer mandados a mi mamá o a las abuelitas y cada que me encuentro a ____ intento ir por otro lado para no tener ningún tipo de contacto, me siento todo un idiota evitándola, pero a la vez soy un manojo de nervios cerca de ella.

Allí es donde mis hermanos confirmaron quien era la chica que me traía tan nervioso.

— ¡Ninis! -grito mi madre para que todos nos levantáramos- ¡bajen ya por qué necesito que me traigan unas cosas! -la mayoría de nosotros se quejaron entre dientes por que en efecto aún le teníamos miedo a nuestras madre-

Una vez abajo nos dio una lista y los 6 salimos en búsqueda de los objetos en la lista.

...

— Quiero conocerte mejor... -dos pensamientos venían a mi mente el primero era el regañarme a mi mismo por hablar antes de pensar y el segundo era el que esperaba que no creyera que soy un acosador por seguirla hasta su casa-

Tal vez en ese momento mi color empalideció al ver a su abuela y ella volteándome a ver las dos.

— ¿Por que no entran los dos y comen un poco de helado? -ofreció dulcemente la abuelita al ver que yo estaba pasmado en mi lugar-

— ¡Gracias abuela, pero vamos a salir a hablar al parque! -negó ella antes de que yo pudiera agradecer la amabilidad de la abuelita- ¡voy a dejar las cosas en la cocina y ahora vuelvo! -entró quitándose los zapatos, mientras su abuela se quedó conmigo-

— Así que... ¿quieres conocer a mi nieta? -la señora sonrió alegre por mi parte empezaba a sentir picazón en mis mejillas producto del sonrojo que estaba en aumento-

— S-si así es señora y-yo -fui salvado por la chica que estaba esperando y jalado con algo de fuerza a el enrejado de la casa- ¡a-adiós! -me despedí a lo lejos de la señora y en un costado mi acompañante, la chica, hacía un gesto de negación y la abuela asentía sonriendo-

— Mi abuela es algo protectora -sonrió la joven a mi lado y con nervios se lo regrese- ¿te parece si vamos al parque, al frente del puente? -asentí no sabiendo qué decir ya que ella estaba rodeando mi brazo y solo podía concentrarme en su calidez- ¡lo siento! -soltó con rapidez el abrazo y empecé a notar un sonrojo en sus mejillas- ¿por qué no me dijiste nada? -rasco levemente su mejilla con el dedo índice- no se cuánto tiempo llevamos caminando así -miro nerviosa a su alrededor-

— A mi no me preocupa tanto -deje salir lo que pensaba- bu-bueno, no es como si no me importara el que no me abrazases... de... de hecho me hace muy-muy feliz -de nuevo salía de mi boca solo lo que pensaba- lo-lo siento -me disculpe avergonzado y agachando la cabeza- e-es que me pones muy nervioso -el tiempo transcurría lento y lo único que podía pensar era en qué momento empecé a jugar con mis manos-

Seguimos caminando hasta llegar a donde ella quería sin ninguna palabra después de mi oración sin sentido, ella parecía estar observando todo con detenimiento y eso me tranquilizaba, si ella parecía estar tranquila yo también lo estaría.

— Parece que no ahí nadie al rededor -dijo ya sentada en un bancó que estaba enfrente del puente donde solía mirar a mis Karamatsu-girl's y me invitó a sentarme dando una palmadas al asiento- Este lugar es tranquilo -ella tenía la iniciativa de empezar la conversación y se lo agradecía demasiado, por que un virgen como yo no lograría sacar el valor- ¿por que me has estado evitando y ahora quieres conocerme? -fue directa a lo que quería hablar-

— Bu-bueno, quiero saber por qué te auto proclamaste como una de mis Karamatsu-girl's -sentando al lado de ella, esperaba la respuesta callado y mirando al lago para evitar hacer contacto visual-

— Te cuento -dio un suspiro largo y continuo hablando- mira, en un principio no me eras de lo más relevante, solo eras un chico más que veía por la calle -me desanime a escuchar esas palabras y mire de reojo su expresión, solo parecía estar pensando- pero como has visto, yo solo convivo con abuelitas por qué no tengo muchos amigos de mie edad y siendo realista ellas me agradan mucho -sonrió nostálgica- bueno, a lo que iba realmente es que ellas son el motivo del por qué yo empecé a tomar interés en ti -sus palabras eran claras y sin titubeo y volteó su rostro para poder hacer contacto visual- ellas me hicieron ver la persona maravillosa que eres y si ellas lo dicen es por sus años de experiencia, así que por eso es que me dije a mi misma que me tomaría el tiempo de conocerte -aun intentando no verla a los ojos, pase saliva en seco- y tal vez sea muy osado de mi parte decirle de esta manera, pero si te soy sincera las abuelitas me enseñaron a no tener miedo al rechazo por que el tiempo es muy corto y-

— ¡Si quiero ser tu novio! -solté las palabras con fuerza y pese a que fue temerario me quede aferrado a lo que dije-

— ¿Qué?












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One shots~ (Osomatsu San x _____) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora