One shots~ (Osomatsu San x _____)

¿Mi ángel guardián? -Jyushimatsu

Los pajaros empezaban a hacer sus cánticos mañaneros, mientras los rayos de sol salían con delicadeza en la habitación de la adormilada y bella dama, la cual desde que es un hermoso bebé me fue encomendada para su cuidado.

Son años de obserbar un bebé de una família humilde crecer y florecer como un bello girasol.

-- Es hora de despertar -decía entusiasmado de que comenzará otro día de diversión-

Ella se sentó en la cama, observó la nada y tallo con algo de rudeza su ojo derecho.

-- ¡Vamos, vamos! -dije más animado, queria que el día comenzará ya-

Comenzó a parpadear, se levantó de la cama, se estiró y empezó el día.

Todo con ella era muy divertido, desde que era muy pequeña siempre a tenido mucha energía y ahora que a crecido no es ningún problema la facilidad y su velocidad con la que arregla cualquier dificultad que se le atraviese.

-- Es hora de irnos -dijo _____ ya casi corriendo a la puerta-

Aunque no me vea, ella de alguna manera sabe que nunca esta sola y me tiene a mi para cuidar su camino.

-- ¡Vuelvo pronto! -dijo más animada hablándole a su pequeña mascota cerrando la puerta detrás de ella-

-- ¿A donde iremos hoy? -revoloteaba al rededor de ella para poder ver su vestimenta- te vez muy linda hoy, ¿vas a ver ese muchacho llamado Ichimatsu?

Con sus delicadas manos tomó su celular para ver la hora e hizo un pequeño fruncimiento en su nariz respingada.

-- ¿Ya se tardo? -subi más mi vuelo para observar a las personas de los alrededores-

Estabamos fuera de una cafetería que se encontraba serca de la casa de _____, a ella le gustaba este lugar gracias a que podía ver pasar a muchas personas felices y otras no tanto, pero ella no lo veía así, ella solo veía como pasaban su día a día en ajetreo de aquí para haya, "la gente de la ciudad". Verlas esperar a que la luz de ese semáforo cambiará en rojo para poder caminar.

--¡Mira, mira linda _____! -vi como llegaba a paso relajado el de ropas lilas-

Ya era normal que ellos se vieran dos o tres veces por semana, me hacía feliz verla tan alegre cuando pasaba el tiempo con ese chico de aspecto adormilado.

-- ¿No lo puedes ver? -me acerqué a la carretera que ella observaba con detenimiento- ¡Mira hay viene! -sonreí para ella que observaba a mi dirección con sorpresa y espanto-

-- ¡Oye, muevete del camino! -se acerco a mi y sentí por primera vez su tacto- ¡Estas loco, no viste el semaforo en verde! -me miró asustada-

-Mire a la derecha e izquierda de mis costados para observar con quien hablaba- ¿Ah?

--¿Qué no me escuchaste? -me dijo más tranquila- ehmm... ¿Por que las personas me miran así? -miro sus alrededores y efectivamente las personas que estaban transitando la veían raro-

-- Oye, ¿te encuentras bien? -preguntó el chico de lila, despreocupado por la situación-

-- ¿Es que tu no lo vez? -me señalo un poco alterada- ¿Me estoy volviendo loca? -susurra agarrándose levemente sus cabellos-

-- ¿Te prece si nos vemos otro día? -mira a mi dirección el chico de lila como si buscara lo que decía su contraria- hum... -le resto importancia y sin más camino de la misma manera como llego-

-- ¿Tal vez no dormí lo suficiente?... O ... -susurra aun con la cabeza baja-

-- ¡Oí, me legra que por fin me veas! -me daba mucha alegría que me pudiera ver, pero ella se exalto por mi voz- oh, no fue mi intención asustarte -mi sonrisa no se iba de mis labios-

-- Creo que aquí no podemos hablar -susurró cerca mío- ¿Tal vez este hablando conmigo misma? Pero me alegra poder conocerte -sonrió en grande como siempre hace cuando algo la pone muy feliz-

-- Si seria mejor así -volé cerca suyo- qué bueno que siempre seas así -le di una sonrisa más grande-

-Sonrió sincera- Esperar... ¿Dijiste siempre? -me miro sorprendida-

No dijo nada despues de éso, tal vez por que esperaba una respuesta a esa pregunta, pero solo se lo diría ya que estuviéramos solos. Después de un rato caminando la chica de cabello suelto se sentó en el césped, debajo de un arbol de pirul.

-- ¿Me puedes oír? -mencioné algo dudoso ya que ella estaba acomodando su espalda al tronco del arbol, mientras yo aterrizaba en el pisó para sentarme con los pies cruzados, ella asintió- y... ¡¿como has estado?! -la emoción no podia retenerla, era como si explotará si intentaba mantenerme tranquilo-

-- No se, tu dime -por primera vez en un buen rato me volvió a ver- ¿Me estoy volviendo loca o algo por el estilo? -me miro algo preocupada-

-- Siendo sincero ni yo se que ocurrió o por que puedes verme ahora, pero.... ¡¿No es grandioso?! -alze las mano al cielo por la emoción- ¡Ahora podemos hablar, jugar y hacer lo que siempre quise hacer cuando no me podías ver!.

-- Me agrada la idea -sonrió y me dio la mano en forma de saludo- me llamo _____, pero creo que tu ya lo sabías -río levemente y rasco su mejilla como cuando se pone nerviosa por algo-

-- ¡Hai! -asenti y estreche su mano- dime Jyushimatsu, linda _____ -cuando dije eso ella se puso algo sonrojada-

-- Y... ¿Qué eres? -observaba cada detalle de mi-

-- ¡Soy tu ángel guardián! -me paré de repente, puse mi mano en mi pecho y la mire orgulloso-

— ¿Mi ángel guardián? -preguntó dudosa-

Sin duda alguna nunca nos dimos cuenta que esa platica iba a hacer nuestro inició de una bella amistad.

Meses después de nuestra primera platica, ella empezó a enfermar, le costaba hacer muchas cosas, se cansaba muy rápido, ella estaba perdiendo vida.

-- Jyushi no me quiero levantar... je... estoy cansada y apenas amaneció -sonrió débilmente- ¿me podrías abrazar? -movió su cuerpo a un lado de la cama para que me pudiera acostar con ella-

-- Sólo serán cinco minutos y después nos vamos, ¿De acuerdo? -la abrace, mientras _____ se daba la vuelta para mirarme- ¿que sucede? -baje mi mirada para ver el pequeño cuerpo que estaba abrazando-

-- ... -sonrió- ... - y dejo de respirar-

-- Linda _____, no juegues con eso -me acomode para verla mejor- es en serio... -mis lagrimas caían, mientras ella parecía dormida- dije que sólo cinco minutos... -abracé su cuerpo- _____... no me dejes -presione más su cuerpo mientras lloraba, esperando que sólo fuese un mal entendido de la Diosa-

:1