ʙᴀᴍʙᴏʟᴀ. | ꜱᴛᴀʀᴋᴇʀ |

| 9.- ᴛɪ ᴀᴍᴏ, ʙᴀᴍʙᴏʟᴀ |

En el tercer día de celo, Peter pudo convencer a su Alfa de que estaría bien y que Tony haría bien en presentarse en la universidad para al menos algunas clases. De mala gana, Tony accedió a dejar a Peter solo porque realmente se veía bien. Sobrevivieron al período más difícil y llegó el momento de volver al ritmo de vida habitual. Por lo tanto, pasaron los dos días restantes de celo por separado. Al menos un poco. Tony llamó a Peter al final de cada clase, y después de clase se apresuró a su dormitorio. Y desde entonces, mucho ha cambiado en su relación.

La primera semana, Peter, por supuesto, puso todas sus fuerzas en estudiar, tratando de compensar lo que se había perdido. Cuando comenzó la nueva temporada de fútbol de Tony, todos los días en Cambridge se volvían más y más cálidos, lo que prometía una primavera calurosa este año. Entonces, mientras Parker estaba en la biblioteca, Stark se debatía entre entrenar y finalizar su nuevo proyecto de graduación. Tuvo que idear algo más simple, ya que Howard se llevó el laboratorio de su casa y el trabajo en una fuente de energía limpia tuvo que interrumpirse temporalmente.

Pero por las noches, siempre tenían tiempo el uno para el otro. Después del estro, Peter comenzó a sentirse más confiado y liberado, sus caricias y besos enloquecían a Tony, hasta que un día se volvió tan atrevido que metió la mano en los pantalones de Stark. Luego le confesó a Peter que experimentó uno de los orgasmos más intensos de su vida, aunque Omega usó solo su mano.

Sus sentimientos el uno por el otro exacerbaron tanto las sensaciones que ambos estaban listos para explotar de placer, haciendo solo caricias. Ni Tony ni Peter retrasaron el momento de su intimidad a propósito, sucedió por sí solo y se sintió lo más natural posible. No había nada que pudieran hacer sobre el hecho de que todo siguió como de costumbre, y simplemente disfrutaron estar juntos y de ver cómo su amor y pasión crecían cada día que vivían.

Lo único que añadió una mosca en el ungüento a su barril lleno de miel fue el hecho de que Peter no estaba absolutamente ansioso por comunicarse con otros estudiantes, mientras que Tony era un chico socialmente activo. Y sus amigos asustaban a Omega en absoluto, porque eran tipos populares. Peter no tenía ningún deseo o interés en pasar el rato con ellos, sin importar lo lindos que fueran. Por ejemplo, Clint y Laura todavía le parecían excéntricos, especialmente cuando resultó que ese ramo de flores de hace semanas resulto ser de ellos. Así fue su forma de tratar de reconciliar a Peter y Tony, milagrosamente lo lograron, pero el método fue muy dudoso.

Pero, en principio, Stark no insistió en la comunicación de Peter con su grupo, aunque Parker empezó a notar que cada vez le resultaba más difícil elegir entre él y sus amigos. Por lo tanto, se prometió a sí mismo hacer un esfuerzo por sí mismo, después de todo, Natasha Romanoff era linda con él, podría tratar de establecer contacto con ella, al menos así lo creía Peter.

—Bambola —escuchó Omega desde el otro lado del corredor de la Facultad de Física. Y antes de que pudiera mirar hacia atrás, hubo un crujido de zapatillas de deporte deslizándose por el suelo, y en el siguiente segundo, Tony se estrelló de costado contra el tablero de horarios frente al cual estaba parado Peter.