ʙᴀᴍʙᴏʟᴀ. | ꜱᴛᴀʀᴋᴇʀ |

| 10. ¿ᴛᴇ ɢᴜꜱᴛᴀ, ʙᴀᴍʙᴏʟᴀ? |

¿Qué podría ser mejor que despertarse perezosamente por la mañana en una cama limpia y cálida después de hacer el amor? Sí, Peter y Tony hicieron una segunda carrera esa noche, y luego una tercera, hasta que estuvieron completamente exhaustos, se ducharon y se mudaron a una cama limpia en el dormitorio de invitados. Entonces, ¿Qué podría ser mejor que estirarse dulcemente, estirar los músculos que duelen después del sexo y hundirse en un colchón tan suave como una nube? Solo la dicha de una mañana post-orgásmica en los brazos de un ser querido. Por cierto, ¿Dónde está?

Peter salió de la pila de almohadas blancas y, apretando las sábanas contra su pecho, se sentó en el colchón. Un ligero dolor en la parte inferior de la espalda le recordó que no debía hacer movimientos demasiado bruscos. Bostezando ampliamente hasta que se oyó un ligero chasquido en la mandíbula, Peter se frotó los ojos somnolientos, se pasó los dedos por una mata de pelo desgreñado y se horrorizó al encontrar una verdadera mata de pelusa sucia en la nuca. Sí, parece que debieron haberse lavado el cabello después de su tercer orgasmo, no después del primero. Es poco probable que Peter pueda arreglarse el cabello con solo un peine.

Saltando de la cama, caminó desnudo hasta la habitación de Tony, pero su Alfa tampoco estaba allí. Por si acaso, Peter se puso la camisa del pijama que Stark había compartido con él el día anterior y emprendió su búsqueda. Su Alfa desaparecido fue encontrado en la cocina...

Tony estaba tarareando uno de los éxitos inmortales de Journey - Lovin' Touchin' Squeezin', en voz baja y no se dio cuenta de Peter. Suavemente movió sus caderas al ritmo de una melodía pausada y cantó tan bien como un solista, mientras se las arreglaba para colocar bellamente el desayuno en una bandeja. Peter lo miró desde detrás del marco de la puerta, admirando su hermoso cuerpo semidesnudo, que estaba adornado con marcas de sus uñas, y sonrió, inhalando el olor del Alfa y la comida que cocinaba.

—No sabía que eras un mirón —dijo Tony cuando captó el olor a bayas que venía de Peter. Quien salió de su escondite y se acercó a él, abrazándolo por la espalda y apoyando la barbilla en su hombro. Tuvo que ponerse de puntillas para estar cómodo.

—Cocinas, cantas, creas una fuente de energía pura. ¿Quién eres, Tony? ¿Dios? —Peter le susurró al oído, pasando la punta de su nariz por el contorno de la oreja de Tony.

—Solo Tony Stark —se rio en voz baja, ajustando un pequeño ramo de flores desconocidas para Peter en un vaso.

Parker soltó a Tony del abrazo, se sentó en la silla alta y miró la bandeja. Tenía panqueques esponjosos con un trozo de mantequilla derretida encima, gajos de mandarina pelados, huevos fritos y salchichas tostadas. Tony completó este arreglo comestible vertiendo jugo de naranja en un vaso y café recién hecho en una taza grande.

—¿Hey qué estás haciendo? ¿Crees que no es comestible? —Stark preguntó, sin entender la expresión pensativa de Peter y los ojos brillantes por las lágrimas—. ¿Peter? —gimió mientras se acercaba a él y tomaba su rostro entre sus manos.