El squad de "Esos 4" se convierte en "Esos 5" cuando Ded decide invitar a una de sus amigas a una emisión de la sección "Falta de talento" con los demás miembros del squad. Y todo cambia cuando Barca comienza a sentir atracción por la nueva integran...
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"El viaje"
Diego
Bajé las escaleras rápidamente con mi equipaje en mano, dejándolo junto a la puerta de entrada a la casa, para después subir a apurar a Roberto.
-No mames, Roberto, van a llegar en cualquier segundo, loco- dije del otro lado de la puerta.
-Chingada madre, Diego, hago lo que puedo, no me presiones.
-Es que no mames, te despertaste bien pinche tarde.
-Déjame, pues, en diez estoy.
-Más te vale, cabrón- dicho esto, bajé de nuevo.
-¿Ya se van?- encontré a un Ilan bastante somnoliento con un vaso de agua en la mano.
-Juan ya viene para acá, Roberto está terminando todavía de arreglarse- el pelinegro asintió.
-¿Cuándo le vas a decir?
-¿Otra vez con lo mismo?- pregunté mirándolo.
-Sólo digo que deberías de aprovechar ya que vas a estar allá.
-Lo voy a tener en cuenta.
-Estoy seguro de que sí, aunque es muy obvio.
-Creo que eso no es tan importante.
-Te van a hacer muchas preguntas.
-Sé que sí, pero creo que puedo soportarlo.
-Si tú lo dices...
Antes de que pudiéramos decir algo más, una bocina sonó y un Roberto bastante apurado con sus maletas bajó torpemente las escaleras con su equipaje en mano.
-Ya estoy aquí.
-Justo a tiempo- dije.
-No te enojes, mi amor, mejor ya vámonos.
Negué levemente con mi cabeza antes de tomar mi equipaje y salir de la casa, no sin antes despedirme de Ilan y pedirle que se despidiera de Grady por mí. Subimos nuestros equipajes en la cajuela del vehículo y subimos apresurados a los asientos de atrás con Juan, ya que Abril iba adelante acompañando a su hermana, quien se había ofrecido a llevarnos al aeropuerto.
-Pensé que se iban a tardar más en salir- dijo la morena.
-Pues casi casi, wey- dijo Roberto.
-Es que este pendejo se despertó bien pinche tarde, literal bajó diez segundos después de que tocaron- dije rápidamente.
-No mames, Roberto- dijo el colombiano.
-Pero bajé, ¿no?
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Víctor
Me encontraba en casa de Sabrina, ayudándola a preparar galletas para darle la bienvenida a los chicos, su padre se había encargado de ir por unas cuantas cosas al centro comercial y volvería pronto.
-Creo que vamos a necesitar más harina- dijo Sabrina mirando la masa que habíamos hecho.
-Al chile yo creo que no.
-No mames, Vicky, están muy aguadas.
-Tampoco vamos a cocinar piedras, Sabrina, no mames.
-No, wey, pero deben tener una buena consistencia.
-Chingada madre contigo, así están bien.
-Que no, pendejo.
-Bueno, entonces lo hacemos a tu manera y si salen culeras es tu culpa, ¿trato?
-Trato- sonrió- ¿Te dijeron algo?
-Según lo último que me dijo Juan, estaban por abordar- asintió.
Continuamos haciendo las galletas, pero no pasaron menos de cinco minutos antes de que el teléfono de Sabrina sonara. Por lo general, me da igual cuando ella toma su teléfono y revisa sus mensajes, pero al ver la sonrisa que esbozó, no pude evitar asomarme para ver el nombre del contacto, era Diego.
-Oye, wey.
-¿Qué pasó, Vicky?- ella guardó su teléfono y me miró?
-¿Te puedo hacer una pregunta y me la respondes con honestidad?
-Acabas de hacerme una pregunta.
-Sabes a lo que me refiero.
-Claro, dispara.
-¿Tú y Diego son algo más que amigos?- me miró con una ceja alzada- Es decir, si es así no me molestaría, la verdad, es tu vida y tú sabes lo que haces, wey- ella suspiró.
-Tranquilo, Vicky, no somos más que amigos, sólo comenzamos a hablar más y nos llevamos bastante bien.
-¿Segura?
-Completamente, Vicky, en caso de que eso cambie, te avisaré, tranquilo.
-Sé que sí, pero neta, sólo quiero que sepas que no me molestaría, de hecho creo que a ninguno le molestaría.
-Es bueno saberlo, gracias- sonrió- Por cierto, en unos minutos será mejor que vayas arriba.
-Ah, chinga, ¿por qué wey?- pregunté confundido.
-Mi padre va a venir.
-¿Riddle?
-Así es.
-Me lleva la verga, Sabrina.
-Perdón, me avisó ahorita, me llegó mensaje de Diego y luego de él.
-¿Y a qué chingados viene ese wey?
-Viene con mi hermana a saludarme antes de irse con su esposa a pasar las fiestas.
-¿Le dijiste que van a venir los demás?
-No, la verdad no creo que nos visite y si lo hace, pues ya se los presentaré.
De nuevo, el teléfono de Sabrina sonó.
-Huh, al parecer todos se pusieron de acuerdo para venir.
-¿También vienen los Hill?
-Sí, justo Corey y Sarah me escribieron, dicen que vienen a dejarme mi regalo y a saludar.
-¿Ya no te hablas con el señor Hill?
-Sí, pero supongo que está manejando, wey.
-Ah, pues sí, tiene sentido.
Estaba por preguntarle a Sabrina en cuanto tiempo llegaría Riddle, cuando la puerta se abrió de pronto, mostrando al empresario y su hija con una caja.
-Verga- dijo Sabrina.
Espero que les haya gustado mucho <3.
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