Epílogo

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Un par de años después...

Lo primero que hizo Eric nada más ver a Vil fue darle uno de esos abrazos en los que le levantaba en volandas.

Era principio de noviembre, Vil y Leona se habían ido a pasar el invierno a Afterglow Savannah porque su hijo todavía no era lo bastante mayor como para soportar las bajas temperaturas invernales de la Tierra de Pyroxene, y al día siguiente tendría lugar una importante celebración a la que Eric y Noel habían sido invitados.

Cheka había recibido los resultados de su test de sangre y era un alfa, lo que, aunque no sorprendió a nadie porque tanto su padre como su madre eran alfas, era motivo de festejo en la corte. El rey y la reina estaban tan orgullosos que habían organizado un baile en su honor al que habían invitado a multitud de monarcas, príncipes, princesas y miembros de la alta nobleza de todo el mundo para darles a conocer la gran noticia de que el primogénito del futuro rey era un alfa.

Vil y Leona no estaban muy ilusionados con la idea de acudir al baile, a ninguno le gustaba la forma en que los aristócratas de la corte les miraban cuando tenían que ir al ala principal del palacio, así que evitaban abandonar el área de la torre este todo lo posible. Sin embargo, cuando los padres de Leona les convocaron para cenar con ellos y les informaron de que Eric y Noel habían sido invitados al baile y, además, acababan de recibir su confirmación de asistencia, Vil pareció cambiar de parecer.

Hacía unos cuantos años que no iba a una celebración del estilo en compañía de sus padres, de hecho, hacía unos demasiados años que sus padres no acudían a ningún evento similar y a Vil le agradaba que por fin estuviesen dejando de lado el trabajo para relajarse y disfrutar de la vida social de la realeza, por no mencionar que podría verles antes de que terminase el invierno, no iba a dejar pasar semejante oportunidad, aunque fuesen a verse solo durante unos días.

Vil insistió en que él, Leona y Jack fuesen a recibir a los reyes a la sala del espejo personalmente. Ruggie ya había preparado una habitación para ellos en la torre este, el omega no había dejado opción a objetar.

-Mírate -dijo Eric después de haber depositado al menor en el suelo de nuevo-, nunca te había visto con ropa tan informal. Estás precioso.

-Deja de acapararle, que no eres el único que le ha echado de menos -protestó Noel, empujando a su esposo con la cadera para poder abrazar a Vil-. Tenía tantas ganas de verte, bombón.

-Solo ha pasado un mes desde que la última vez que nos vimos, papá -rio Vil-. Aunque yo también tenía ganas de veros, me alegro de que hayáis decidido venir.

-¿Y dejar pasar la oportunidad de verte? -dijo Eric-. Ni lo sueñes.

-Antes de que la conversación empiece a escalar, ¿por qué no volvemos a la torre en lugar de quedarnos aquí? -sugirió Leona con pesadez, lidiar con esos tres le agotaba más que lidiar con su hijo-. Jack, coge sus cosas.

-Sí, será mejor que volvamos -secundó Vil-, así os vais instalando y veis a Eric cuando despierte de su siesta.

Empezaron a caminar hacia la torre este, Leona y Jack delante, Vil más atrás mientras charlaba con los reyes.

-¿Qué tal está Eric? -preguntó Noel-. Soporta muy mal el frío de Pyroxene, pero aquí las temperaturas parece que son más cálidas durante el invierno.

-Está bien. Al parecer, los leones aguantan mal el frío, sobre todo cuando son pequeños -explicó Vil-. Leona dice que cuando crezca un poco más, dejará de tener tantos problemas y será capaz de pasar el invierno en Pyroxene.

-Es una pena que nos perdamos sus primeros cumpleaños, pero es mejor que esté aquí durante los inviernos por el momento -se lamentó Eric-. El invierno en que nació fue particularmente frío además, no quiero ni acordarme, siempre tenía que estar envuelto en varias mantas para mantener el calor, pobrecito.

Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora