Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]

Capítulo 4. Unión

Extra trigger warnings: dubcon/noncon (por ambas partes), ataques de ansiedad.

Los días pasaron demasiado rápido para gusto de Vil, y así llegó el día en que su unión con Leona tendría lugar. Se sentía frustrado porque no había conseguido encontrar información novedosa que pudiera serle de ayuda para romper lo que estaba a punto de formarse entre ambos, y también estaba aterrado por lo que estaba esperando por él. Tenía los nervios a flor de piel, apenas podría dormir si no fuera por las infusiones que le llevaban sus padres todas las noches.

Era capaz de mantener una fachada de tranquilidad con todo el mundo, pero siempre se derrumbaba cuando estaba a solas con sus padres y le costaba mantener el tipo. Ellos le habían criado, le habían visto en sus mejores y en sus peores momentos, así que no había nada que pudiera (o quisiera) esconderles. Sabía que estaban tan preocupados como él por lo que iba a suceder esa noche y buscaban reconfortarle, y por eso esa mañana lo habían invitado a desayunar con ellos en el jardín. Aparentemente, todo el mundo menos Vil desayunaba en el jardín durante el verano. Noel fue a buscarlo a su habitación para ir juntos mientras Eric les esperaba.

-¿Qué tal has dormido, cariño? -preguntó el mayor, entrelazando su brazo con el de su hijo.

-Al menos he dormido. Gracias por estar tan pendiente de mí estos días.

-Por supuesto, Vil. Siempre has sido muy independiente, desde pequeño, pero seguimos siendo tus padres pase lo que pase, siempre vamos a cuidar de ti -replicó Noel con un tono suave-. Me gustaría que hablásemos de algo antes de lo de hoy.

-Lo suponía.

-Es muy difícil engañarte, ¿eh? -Vil se encogió de hombros-. Lo que te espera hoy es muy duro, lo sabes, ¿no? La unión es un momento muy complicado para un omega, es muy emocional. Probablemente no recuerdes mucho a causa del celo, por lo que es posible que te despiertes en mitad de la noche y te invadan de repente todas esas emociones. Es una sensación muy fuerte y te puedo asegurar que, independientemente de lo que sientas por el alfa al que te hayas unido, sientes miedo. Es como estar atrapado en un espacio muy pequeño cuyas paredes se van acercando a ti poco a poco, es algo claustrofóbico.

-No me estás ayudando mucho, papá.

-Te estoy diciendo esto porque es algo que nunca se nos cuenta y es importante que sepamos. La unión con un alfa no es un momento mágico para un omega, nunca lo es. Casi todos los omegas nos sentimos mal después de hacerlo, y no está mal sentirse de esa forma, es natural.

-¿A ti te pasó?

-Claro que me pasó -bufó Noel-. Es por eso que fue tal shock para mí, porque quería a tu padre y pensé que había cometido un error y debería haber hecho caso a mi familia. Fue aterrador, creía que había tirado mi vida a la basura.

-¿Y qué hiciste?

-Oh, me puse a llorar como una magdalena. Pero Eric me oyó y me abrazó hasta que dejé de llorar. Así fue como supe que no había cometido ningún error y que tu padre era el amor de mi vida.

Vil esbozó una sonrisa. La historia de sus padres siempre le había encantado, y estaba convencido de que la suya sería similar o, al menos, igual de romántica. Al final, no pudo contar con la misma suerte.

-Yo lo supe cuando me di cuenta de que no me importaba que mi camisa se llenase de mocos y lágrimas.

Acababan de salir al jardín y Eric estaba esperando por ellos junto a unos rosales. El rey les dedicó una sonrisa radiante y fue a abrazar a su hijo, besando con ternura su cabeza antes de separarse. Después, besó los labios de su esposo y le pasó un cabello lavanda por detrás de la oreja.