Eres mi Alfa y mi Omega [LeoVil || Twisted Wonderland]

Precuela

He puesto sangre, sudor y lágrimas en esta historia. No creo que vaya a llegar a muchos lectores, pero necesitaba sacarla de mi corazón de igual manera, así que deja que te lo agradezca de antemano si vas a animarte a leer el pasado de los padres de Vil. Algún día, escribiré su historia entera.

Que, bueno, no tengo la menor idea de si es bueno. Este pequeñín ha sido muy difícil de escribir y la culpa puede ser que me puse enferma (otra vez), que he tenido problemas para concentrarme últimamente, o que he estado dedicando más horas de las necesarias al Fire Emblem. Sea como fuere, lo importante es que está hecho. Si es bueno o no, es cosa vuestra.

Además, he hecho una pequeña introducción a la familia de Noel que podéis encontrar en mi twitter (https://twitter.com/AlbaCinderella/status/1637215965439033345?t=ABr6nqdrGezBybgVNncLmg&s=19) o tumblr (https://www.tumblr.com/albafikacinderella/712172790544039936/im-so-very-excited-to-introduce-you-all-to-the). Os invito a echarle un vistazo rápido antes porque tiene toda la información que necesitáis saber sobre los personajes originales de esta precuela, y os ayudará a diferenciarlos, porque son unos cuantos.

Eric no estaba especialmente emocionado ante la idea de pasar varias semanas en el Reino de las Rosas. Se supone que estaría de vuelta para las festividades de final de año, pero eso no hacía más sencillo tener que perderse el inicio de su estación favorita. Todo el mundo hablaba de la belleza de Pyroxene en primavera, pero él prefería el invierno, le gustaba ver el reino cubierto de nieve y envolverse con una bufanda de lana.

Por no mencionar que había tomado la mayor parte de las tareas de gobierno hacía un par de años cuando su padre enfermó, así que tenía mucho trabajo que hacer y que no se podía permitir descuidar de esta manera. Al principio no había sido una gran carga, sin embargo, con el rey no mejorando, sino empeorando, con el paso de los meses, la cantidad de trabajo se fue incrementando. Su madre la reina, por supuesto, le ayudaba en lo que pudiera pese a que su especialidad eran las labores diplomáticas, pero no era mucho lo que podía aliviar su peso.

Había sido ella quien le había sugerido comenzar a cartearse con Alice Liddell hacía alrededor de un año, después de que la princesa fuera invitada al baile anual de verano de la Tierra de Pyroxene. Eric y Alice no habían hablado demasiado, aunque la muchacha le había dado la impresión de ser dulce y gentil durante los dos bailes que compartieron. Además, siendo ambos de la misma edad, resultaría más sencillo evitar malentendidos que si existiera una gran diferencia de edad entre ellos, ya que el tiempo era vital para Eric. Su padre se moría.

Sabía que esa era la razón por la que su madre, quien siempre le había dado rienda suelta en los asuntos del corazón, se sintiese inquieta y le apremiase para cartearse con Alice. Eric había sido muy joven aún, apenas veintitrés años en aquel momento, pero todos en Pyroxene sabían que no tardaría mucho en convertirse en rey, era normal que su madre estuviese preocupada por su hijo. Y Eric aceptó, porque era consciente de que su país necesitaba que buscase una pareja que le garantizase un heredero.

A decir verdad, Eric nunca había sido del tipo romántico. Desde su infancia, había estado rodeado por todo tipo de personas que le repetían sin cesar que algún día encontraría a su pareja destinada y no podría volver a separarse de ella jamás, pero él lo dudaba seriamente. No era que no creyese en el amor, era solo que no entendía el atractivo de enamorarse. Él era el príncipe heredero y su corazón y su cuerpo tenían que pertenecer a su pueblo, eso era lo que dictaba su lógica. Siempre creyó que sus padres terminarían concertándole un matrimonio con quien considerasen pertinente y, de hecho, lo esperaba, no quería encargarse él mismo de encontrar a su compañera o compañero. Había iniciado el cortejo un par de veces, aunque ninguna de ellas salió muy bien, más por falta de interés del propio Eric que por otra cosa.