Twilight (Jacob y tu)

Amanecer 2.0

Narra ______

A la mañana siguiente ambas fuimos temprano a la casa de los Cullen, Alice me ayudo a arreglarme y me puse mi vestido violeta.

Después ambas estábamos con Bella, para comenzar a arreglarla, Rosalie apareció y se ofreció a hacerle el peinado.

Bella había quedado hermosa, definitivamente Alice y Rosalie se lucieron.

-¡Bella! – escuche gritar a mi madre - ¡______! ¡Alice! -

-¡Aquí mamá! – grito Bella y enseguida apareció nuestra mamá entrando a la habitación.

-¡Oh por dios! Te vez hermosa – dijo mamá – ay cariño, mi maquillaje – dijo pues estaba apunto de llorar, Alice le ofreció un pañuelo – Charlie ven acá –

Y papá también entro, en sus manos tenia una bella caja de terciopelo.

-¿Seguras no quiero - Bella y yo quedamos impresionadas, pues papá se veía muy bien con su traje – ya se, me veo sexy – ambas reímos.

Mamá y papá le dieron a Bella una bella tiara con zafiro pues querían que tuviera algo azul y algo viejo, era muy lindo.

Después de ponerse el vestido nos dejaron solas, pues las demás tenían cosas que hacer.

-¿Nerviosa? – le pregunte.

-No – dijo temblando.

-Sabes que hare lo que quieras – dije sonriéndole – yo puedo conducir el auto si quieres irte – ella rio y logre que se calmara – no estés nerviosa Bella, el te ama y tu a el -

Minutos después las damas de honor caminamos hacia el altar y note como unos chicos susurraban, supongo que eran amigos de Bella, una vez estando al frente vi que Edward ya estaba ahí y le sonreí.

De pronto la música comenzó a sonar y todos voltearon a ver a Bella, realmente se veía hermosa. Durante la ceremonia solté una que otra lagrima, estaba feliz por ella.

Todos decían palabras hermosas para los recién casados, algunos amigos de Bella, los hermanos de Edward, mis padres, y los suegros de Bella, finalmente era mi turno de hablar.

Con algo de nervios subí al escenario, palpé el micro y todo estaba bien. Aunque nuevamente se escuchaban susurros como apoco tenia una hermana o no se parecen pero decidí ignorarlos.

-Han sido tantos años juntas, aproximadamente 16 años y hoy siento que se pasaron volando – comencé - Fuiste mi primer mejor amiga, mi segunda mamá, mi compañera de juegos y de salidas, mi ayudante de cocina y mi consejera.

Han sido años llenos de aventuras, aprendizaje, y sí, años de aprender a convivir pese a las grandes diferencias porque aunque no seamos "casi iguales" físicamente, considero que le hermandad va más allá de los lazos sanguíneos, y no hablamos en personalidades somos totalmente diferentes pero... creo que ha sido lo más bonito de tener una hermana, de tenerte – mis padres me sonrieron y note como lágrimas salían de sus ojos - Cuándo comencé a redactar esto, recordé cuándo jugábamos juntas a las muñecas y evoque claramente la última vez que lo hicimos, al día siguiente te dije para jugar pero, no quisiste, ya habías quemado esa etapa. Aunque luego era yo tu muñeca.

Con el tiempo todo iba cambiando, peleabas conmigo porque me aplicaba tu maquillaje a escondidas, pero, ya superé esa etapa, ahora, en algunas ocasiones, me pides prestado el maquillaje – varios rieron - ¡Adoro los finales felices! Y ahora esta noche, dedicándote unas palabras el día de tu boda, un día que no pensé que llegaría tan rápido. Después de toda una vida juntas, compartiendo alegrías, lágrimas de felicidad y de tristeza, decidiendo y equivocándonos también. ¡Ah! Y secretos, aunque esta noche te confieso uno que te oculte, a todos en realidad. Cada vez que contaba los días y veía que faltaba menos, un sentimiento, una emoción extraña residía sobre mí, nostalgia, felicidad... Y hemos aquí, a punto de que inicies una nueva aventura y es que los cambios forman parte de nuestra naturaleza. Por ende debo aceptar este cambio como lo hice en los años anteriores. Estoy feliz porque estarás con la persona que siempre quisiste. Desde hoy formaras una nueva familia con aquel personaje que me decías que era "un buen partido". Recuerdo el día en que me dijiste nerviosa y sorprendida que Edward se te había declarado, al escuchar eso dije; ¡SIIIIIIIIII! – Edward rio y los demás también - Gracias Edward, por hacer feliz a mi hermana, por ser caballero y detallista con ella, esforzarte y dar lo mejor de ti. Te convertiste en un amigo en quién puedo confiar y hoy oficialmente... Mi cuñado. Estoy muy feliz por ustedes –

Volví a tomar mi asiento, pero Bella fue hacia mi y me abrazo y le correspondí. Después Edward hablo haciendo sonrojar a Bella.

..

La fiesta estaba increíble. Alice y Jasper se lucían en la pista de baile. Pude platicar un rato con los amigos de Bella pero sinceramente no me agradaron mucho. De igual manera me presentaron a los demás integrantes de la familia Cullen, específicamente de Canadá.

Mis padres me presentaron con unos amigos de ellos y un chico llamado Seth me invito a bailar y me la pase muy bien. De pronto sentí algo raro como si Bella estuviera en peligro lo cual no entendía, pero me disculpé con Seth y comencé a buscar a mi hermana, comencé a transpirar sentía su desesperación, salí del bello lugar para buscar afuera y la vi con un chico este le apretaba los brazos.

-¡Suéltame! – grito ella y fui corriendo hacia ella. Este no obedeció. Al estar frente a el lo aparte de ella.

-¡No escuchaste que la soltaras! – dije enojada, este se levantó sin mirarme.

-Cálmate Jacob –

-¡La mataras! – en eso Seth lo tomo de los hombros apartándolo y me puse frente a Bella.

-Vete de aquí Jake - dijo, pero no lo que no me esperara era que al verlo a los ojos el cayera de rodillas ante mí.

Varios muchachos también se aceraron, nadie entendía lo que estaba pasando, el chico llamado Jacob solo me miraba y no decía ni una sola palabra era como si estuviera en un trance.

-¿Jake? – dijo Seth acercándose, de pronto fue como si todos entendieran lo que estaba pasando excepto yo. Fue ahí cuando Bella y Edward se pusieron frente a mí.

-¿Qué pasa? – pregunte. Nadie me contesto, fue Jacob el que hizo el primero movimiento.

-Lo siento – dijo levantándose y agachando la mirada – no volveré a molestarte Bella -

-Sera mejor que te vayas – dijo un muchacho bronceado y con un tatuaje en el hombro, este obedeció y se adentró en el bosque.

Ninguno dijo nada y volvimos a la fiesta, ¿Qué era lo que había pasado? ¿y porque cuando lo vi se arrodillo? Fue una sensación extraña como si ya lo hubiera conocido