Me Parece Perfecto | Dipbill

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¡El realmente lo hizo! Entro a mi dormitorio y cierro la puerta de un golpe, me siento sofocado, angustiado y sobre todas esas cosas avergonzado hasta las orejas. Tiró la mochila como si nada a un lado, donde sea, y me echó en la cama molesto. Ahogo un grito en mi almohada y espero a que está pesadilla termine, pero no es así, acaba de pasar lo que pasó hace unos momentos, ya ni siquiera sé que estoy pensando.

Mi celular suena, lo tomo y miro el número, es Dipper, es él, es ese idiota, desgraciado, mal nacido ¡Ese imbécil! Rechazo la llamada y bloqueo su número, me escondo entre sábanas con el celular a un brillo considerable, tecleo y encuentro las más recientes publicaciones, miro entre ellos las tendencias.

— Debes estar bromeando - murmuro mientras mi temeroso dedo desliza la pantalla.

El sonido de un claxon me hace dar un salto de la cama, es Dipper, es él. Me asomó levemente por la ventana, su auto azul reluce en medio camino, me escondo cuando veo que mira hacía acá. ¿Tenía que seguirme ahora? ¿Después de lo que hizo? No puedo creer que realmente haya... Enfrente de todos ¿Acaso tiro por la borda todo lo que ha hecho? ¿Solo por la atención mía? Me parece difícil de creer.

Corro al baño y cierro la puerta, me quedaré aquí, hasta que todo el mundo lo olvide, es decir, nunca saldré. Escuchó ruidos afuera, mi ventana abriéndose, me acerco a la puerta y sostengo la perilla con mi mano.

— Bill, se que estás ahí - escuchó desde fuera del baño.

— ¡¿Que quieres?!

— No pensé que... Bueno, si lo pensé, no quería que te sintieras mal.

— ¡Mentira! ¡Tu mismo lo dijiste! - suelto un gruñido.

— Lo siento - el empuja la puerta - te dije, que usaría todo lo que estuviera en mi mano por tu atención.

— ¡Lo sé! ¡Simplemente no pensé que realmente te atreverías hacer algo así!

— ¿Que besarte?

— ¡No lo digas! - mis mejillas se tornan calientes.

— Al menos tengo tu atención.

— ¡Tu siempre has tenido mi atención y lo sabes!

— Entonces reafirme que es así.

— ¡Tu maldito idiota!

— Ouch.

Temina de forzar la puerta y se abre delante mía, Dipper entra mientras yo le miro apenado, bajo la mirada al suelo e intento no observar su rostro. Me pongo nervioso.

— No sabía que eras de los que se ponían tímidos.

— ¡Deja de decir cosas! - mis manos juegan nerviosas, Dipper sigue delante mía.

Mi celular suena de nuevo, al sacarlo con mis torpes manos casi cae al suelo, al fijarme en el número, es Gideon.

— Es Gideon - murmuró mirando el nombre.

Dipper toma el celular de mis manos, y yo no hago nada para recuperarlo, más que sostenerle del brazo, el contesta.

— Bill está ocupado - responde a la llamada sin piedad.

Escuchó algo, creo que está enojado, pero Dipper sigue serio.

— Deja de llamar a su número - el cuelga y siento el silencio entre los dos.

Me rehusó a mirarle al rostro, hace algunas cosas en mi teléfono, y finalmente me lo entrega, lo tomo entre mis manos para deslizarlo entrando en mi perfil.

— ¿Acabas de bloquear a Gideon?

— Si ¿Algún problema?

Su voz sonaba diferente, más autoritario, eso no me daba buena espina.

— No puedes bloquear a mis amigos.

— ¿Porque no? Después de todo, yo soy tu amigo.

— Dipper, ¿No empezarás a portarte como un raro, verdad?

El suavemente pone su mano sobre mi cabeza, acariciando mi cabello, está usando su encanto sobre mi, me rodea con su brazo y murmura algo en mi oído.

— No creo que eso te moleste.

Dice eso, y luego siento sus labios en mi mejilla, mi cuerpo se estremece a la par que mis latidos aumentan, él estaba en lo correcto... No creo que esto me moleste, al menos, no del todo.