55

625 76 0
                                    

La variedad de mis sentimientos variaba tanto como era posible,

o imposible.

Me hacías cambiar,

me hacías ser bipolar.

Si no estabas a mi lado,

te echaba de menos,

pero no podías estar a mi lado

porque me explotaba el corazón

y sentía que la garganta me ardia,

que mis piernas flaqueaban

y que mis lagrimas calientes amenazaban con saludarte.

Pero si te ibas sentía frustración,

frustración por llevar una semana viéndonos de diario

y no haberte dirigido la palabra,

por no poder ni mirarte a los ojos

y porque te quería,

frustración porque nunca he sido buena diciendo mis sentimientos,

ira por no ser lo suficientemente buena para ti,

rencor hacia tu persona y hacia esos 371 putos kilómetros que estropearon lo nuestro.

Y luego caía la noche,

y con ella todo mi ser,

la noche era incluso peor que tenerte pero no tenerte

querer estar contigo pero no poder estar contigo

saludarte pero no tener el valor.

La noche era un cumulo de cosas deprimentes,

y yo solo quería que me abrazaras,

que me abrazaras y así mi corazón tuviera un motivo por el que tener que explotar.


IggyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora