Aun te siento correr dentro de mi piel.
Te veo de refilón,
te siento fuerte.
Aun intuyo tus pupilas penetrarme,
como un libro abierto,
aunque nunca he dicho que fuese un libro cerrado.
Eras cobarde y valiente
nunca fuiste frío,
siempre estaba en tu mente,
y tu en la mía.
Aun recorres cada estímulo nervioso de mi cuerpo,
me recorres sin estar presente,
hasta llegar a mi corazón.
Nada.
Ya no hay nada.
Te lo llevaste,
solo dejaste mi coraza.
Te di mi dirección
esperando que algún día me lo devolvieras.
Sigo mirando el correo todos los días
esperando alguna carta escrita con sangre
que diga que no lo quieres,
que no lo necesitas,
que quieres que sea feliz.

ESTÁS LEYENDO
Iggy
ПоэзияNuestra historia fue la típica historia de amor de dos personas que aun no sabían lo que era enamorarse. Nuestra historia fue la típica historia de amor de dos personas que aun no sabían lo que era caer en un amor de verano. Nuestra historia fue...