Una Segunda Oportunidad

Capítulo 19

Una Segunda Oportunidad

Capítulo 19

Caminos

Zeke solo podía mirar con incredulidad.

Había estado seguro de que su último ataque sería suficiente para acabar con el último de los exploradores. Pero de alguna manera, un pequeño puñado todavía estaba vivo y, a pesar de ver a sus camaradas asesinados justo en frente de ellos, todavía estaban cargando directamente contra él.

Dispararon más señales de humo, que pasaron inofensivamente por su cabeza, pero sin embargo lo enojaron un poco.

" Tontos. " Gruñó. " ¿De verdad crees que esas pequeñas pistolas de juguete van a ayudar? "

Se agachó para recoger una última roca para acabar con los rezagados.

" Y todos esos gritos, ¿qué bien podría hacer eso? "

Luego arrojó las rocas trituradas a los soldados restantes, matándolos a todos. Por fin el campo de batalla quedó en silencio.

Él suspiró. " Qué triste. Pobres cosas patéticas " .

Estaba a punto de llamar a Pieck cuando notó algo peculiar a su derecha.

¿Mmm? ¿Qué es esto? ¿Mis titanes han caído?

Y luego, a través del humo disparado por los exploradores ahora muertos, un hombre se elevó justo frente a él, con el rostro contraído por la ira.

Al darse cuenta de que la batalla no había terminado del todo, Zeke dejó escapar un rugido desafiante y golpeó con su mano izquierda al hombre.

Pero el hombre evitó fácilmente el ataque, y con una velocidad asombrosa levantó el brazo del Titan destrozándolo en pedazos.

Cuando su brazo se deshizo en un desastre sangriento, un recuerdo de repente golpeó a Zeke.

¿Eh? ¿Un solo soldado podría representar una amenaza para mí?

Si. El capitán Levi es peligroso.

Zeke miró lo que le quedaba de su brazo izquierdo en estado de shock.

¿Este es Levi?

Sus ojos se abrieron alarmados. ¡Mi nuca!

Rápidamente se cubrió la nuca con la mano que le quedaba, pero al segundo siguiente el mundo se volvió negro.

¡Qué... no puedo ver! ¿Me sacó los ojos?

Al segundo siguiente, sintió un corte profundo en cada uno de sus pies.

¡Mis piernas!

Ya no podía soportar su peso, sus piernas se doblaron debajo de él y su cuerpo se derrumbó en el suelo con un estrépito todopoderoso.

"¡¿Qué pasa, que ya no te diviertes tanto?!"

Desesperado, Zeke trató de concentrarse.

¡No llegaré a tiempo!

"¡Vamos, divirtámonos un poco!"

Luego, el hombre cortó el brazo y la espalda del Titán Bestia, y en poco tiempo Zeke fue forzado a salir a la luz. Antes de que pudiera moverse, el hombre le metió la espada en la boca y lo obligó a tumbarse de espaldas.

El hombre, que estaba empapado en sangre de Titán, lo miró intensamente. "Después de la transformación, si tu cuerpo está severamente dañado, está demasiado ocupado en curarse para permitirte retomar tu forma de Titán. ¿No es así?"