Una Segunda Oportunidad

Un Largo Sueño 2

Un Largo Sueño

Segunda Parte

Noviembre empezaba con la primera nevada. A los dos años, Noah tiene la edad suficiente para apreciarlo. Cuando se despiertan en un mundo cubierto de blanco, Eren abriga a su hijo y le enseña a hacer muñecos de nieve. Sus manos diminutas y regordetas tienen los dedos hábiles de su madre, y su césped (por así decirlo) pronto se llena de muñecos de nieve hasta las rodillas.

"Se ha hecho un ejército", dice Eren, orgulloso.

Mikasa levanta las cejas. "Hm, creo que es más un seguimiento. No creo que nuestro chico sea un soldado".

"Él es lo que quiere ser", dice, pero Mikasa tiene razón. Noah es un alma gentil. Tuvo un colapso de proporciones épicas cuando descubrió que los pollitos venían de los huevos. Estuvo histérico durante mucho tiempo hasta que Mikasa y Eren finalmente pudieron explicarle que los huevos que comen no tienen bebés, y lo saben porque no tienen un papá pollo para convertir los huevos en bebés.

Eso había sido una tarde.

"Se va a congelar si hace eso", dice Mikasa, separándose de la puerta y corriendo hacia su bebé, que de hecho se está quitando los guantes. Eren resopla y la sigue.

"Noah", dice Mikasa, arrodillándose ante él. "Mamá necesita que no te quites los guantes, ¿de acuerdo? Trabajé muy duro para hacértelos".

Noah la mira con ojos enormes. "Lo siento, mamá", dice. "Lo intento, quiero hacer muñecos de nieve con emoticonos, ¡así que estoy feliz, mamá!"

Eren tiene una visión repentina y premonitoria de la angustia de Noah cuando la nieve se derrite.

"Están felices", dice Mikasa. Ella le vuelve a poner los guantes sobre los dedos meñiques. "Podemos darles forma con piedras y palos, ¿qué tal eso? ¿Para que puedas verlo aún mejor?"

Sus ojos se iluminan. "¡Usar y aumentar colección!"

"Esa es una gran idea, amigo", dice Eren. "¿Quieres ayudarme a ir a buscarlos?"

Noah asiente y sale disparado hacia la casa. Su colección de rocas , varias docenas de rocas que le habían llamado la atención en sus viajes al río , está dispuesta frente a la chimenea, ya que a Noah le gusta jugar con ellas apilándolas en torres. Eren le había hecho bloques de madera reales, pero todavía prefiere las piedras. Imagínate.

Se pasan la tarde poniendo sonrisas en diminutos muñecos de nieve. Eren menciona que los muñecos de nieve seguramente dejarán las rocas cuando se vayan, y cuando Noah pregunta por qué se irán, Eren explica cómo funciona la nieve. "Regresarán pronto para visitar", promete. "Y tal vez podamos jugar diferentes juegos con ellos, como peleas de bolas de nieve o trineos o hacer ángeles de nieve".

Cree que ayudará a evitar un derretimiento cuando ... bueno, cuando la nieve se derrita. Noah se acuesta fácilmente, exhausto, y Eren ayuda a su esposa a lavar la ropa antes de irse a la cama.

No están hablando de eso.

El tiempo de Eren podría comenzar a agotarse en cualquier momento. Se supone que morirá cuando tenga veintitrés años, y a medida que se acerca más y más, todo se vuelve más nítido. Es una vida buena y feliz, y Eren no cambiaría ni un segundo de ella, pero saber que pronto se lo van a robar es un horrible tipo de tortura silenciosa.

Pero el tercer cumpleaños de Noah pasa y Eren no se siente más débil. Mikasa tiene cinco meses de embarazo, para entonces, y Eren todavía está seguro de que no va a conocer a este niño. Él no sabe exactamente. Él no va a mirar. Mikasa es lo suficientemente sensible al respecto como para no mencionarlo, el primero de una lista muy corta de temas de los que no hablan. Pero las matemáticas no están a su favor.