Cerré el agua del grifo, con el vaso lleno en mi mano y fui a mi habitación. Owen estirado en mi cama se enderezó y bebió del vaso:
- Owen ¿Qué ha pasado?
Dejó el vaso en la mesita de noche.
- Que la gente es gilipollas. - Hablaba hilando las palabras.
- ¿Puedes ser un poco más específico?
- Esa chica no tuvo que acercarse a mi.
- ¿Qué chica? - Le pregunté para que me explicara algo más de información.
- Una tía que tenía novio empezó a tontear conmigo.
- ¿Y...?
- Y como estaba buena nos liamos. Pero se ve que la muy zorra tenía novio, y encima estaba en la fiesta.
- ¿Estas así por el novio?
- Sí. El hijo de puta al vernos me apartó de ella y empezó a pegarme. - Yo me quedé callada para que siguiera explicando. - Pero no se fue de rositas. Yo le he roto la nariz, o eso creo...Había mucha sangre.
- ¿¡Qué has hecho!?
- Era un cabrón. A mi no se me pega.
- Ya, pero no tienes por qué pegar a otras personas. Y menos romperles la nariz.
- ¿¡Y qué hago, dejo que me pegue!?
- Mira, déjalo...
Le respondí cogiendo el vaso de agua y levantándome para dejarlo en la cocina. Cuando Owen me agarró de la mano:
- ¿Estás enfadada?
- ¿Qué? No - Y era verdad. No estaba enfadada (aunque lo pareciera...).
- Vale. No te enfades, por favor.
- Tranquilo, no lo haré - Nos quedamos los dos en silencio, y de repente me acordé - . Por cierto ¿Qué me tenías que decir?
- Ah... Eh... Cómo empiezo... - Como vi que le costaba decidí darle un poco de espacio para que ordenara sus ideas.
- Voy a dejar el vaso en la cocina y cuando venga me lo explicas.
Asintió y me soltó.
Tomé mi calma para ir a la cocina, y de paso fregué el vaso.
Al volver me sorprendió ver a Owen estirado en la cama dormido.
No. No se podía dormir en mi cama, ahí tenía que dormir yo, y además no había más camas en casa:
- Owen... - Lo agité un poco - Despierta, tienes que irte.
Como no me contestaba insistí más.
- Owen. Owen despierta - Seguía sin contestar - ¿Owencito?
Nada de nada ¿Y si le había dado algo? Estaba borracho. Me preocupé e intenté que se moviera para saber que seguía vivo:
- ¡Owen por favor despierta! ¡Owe...! - Paré en seco cuando cogió mi brazo y con un movimiento rápido me estiró a su lado y puso un brazo encima de mi cintura.
«¿Qué está pasando?»
«¿Qué hago?»
«¿Cómo tengo que actuar?»
Intenté moverme, pero estaba inmovilizada:
- ¡Owen! ¡Owen, suéltame!
Como no me hacía ni caso decidí rendirme. Además... Reconozco que tampoco estaba tan mal.
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El chico de mis sueños
RomanceEl chico perfecto se me apareció una noche ¿pero realmente todo se quedará en un sueño, o el destino hará que se haga realidad?