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Capitulo 1

»J E E T«

Nadie te prepara para la vida,ni siquiera las charlas de los adultos que se confiesan superiores por las experiencias que pasaron y que muchas veces,de buena voluntad intentan compartir para que no pases por el mismo error. Pero,la verdad es, que parte de ser humanos son las fallas,no somos lo uno sin lo otro. 

Defectuosos y en su mayoría malvados, eso somos. De todo lo existido encabezamos lo más primitivo, vulnerable y corrompible. Fallamos cada segundo y pocas veces hacemos lo correcto.  Aplaudimos lo que no lo es, por el hecho que nosotros también lo hacemos. 

Y  podemos negarlo.

Aceptarlo.

Ocultarlo.

O simplemente, dejara pasar. 

Una verdad y cuatro posibles decisiones. 

Porque cada día, segundo o minuto vivimos solo para tomar desiciones, unas tan simples como escoger el color de ropa que llevar y otras tan inauditas como jalar un gatillo.... o no.

Nos esforzamos por mejorar, sea bueno o malo, pero lo intentamos. Pensamos en el futuro para afrontarlo de la mejor manera, recordamos el pasado para aprender de él y vivimos día a día como se nos presenta. Sin darnos cuenta de la sensibilidad del tiempo,cada decisión tomada hoy, será el camino sembrado después. Los sueños planificados ayer son los que mañana serán una realidad.
Puedo asegurar que nadie se salva, mucho menos  de las tragedias,de la perdida y del dolor. No es fácil existir,lo se,pero, algún motivo debía tener...  solo para poder reducirlo todo a:

Si alguien te hubiera contado tu vida, antes que tomarás la decisión que la cambiaría...

¿Habrías escuchado?

En un pasado lejano.

Los sueños.

La ciencia los denomina en su mayoría fragmentos dispersos provenientes del subconsciente.

Los supersticiosos como señales, profecías, he inclusos viajes de tiempo.

Lo cierto es que, existen raras ocasiones,retorcidas si así quieres llamarlo, donde es nuestra propia forma de advertirnos, de algo o alguien aproximándose....

Aunque,a los cinco años no son más que alucinaciones y cuentos sin sentido de una amplia imaginación infantil.

Pero había que destacar aquella noche del pasado, resaltada en lo inusual,al menos así fue para el pequeño niño de cabellos de oro y piel blanca, que apretó fuerte la sábana debajo de su pequeño y transpirado cuerpo. Desconociendo totalmente su comportamiento corporal, incapaz de controlarlo,pues su mente estuvo divagando y cautivada por las curvas femeninas que veía en medio de la oscuridad de la noche.

Entre la espesa neblina, la piel de aquella extraña mujer relució a la luz de la luna,cubierta solamente por una fina tela que le agregaba elegancia. Desde su lugar, el sólo pudo verle la espalda descubierta,el cabello rubio y el vestido negro agitado por el viento cubriendo la blancura de la nieve bajo sus pies.  El pequeño niño se sintió tan atraído que por instinto intento tocarla, pero, por más que camino no la alcanzo,aún cuando ella nunca se movió y se mantuvo como estatua.

Para el se sintió como una eternidad después de tantos intentos sin lograr acercarse. Lo entendió, se cansó y se detuvo. Llamando de alguna forma, la atención de la chica que al notar la quietud de él giró con brusquedad el bello rostro, de modo que él pudiera ver el perfil respingado de sus facciones.