Capitulo 4

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»M V C«

Marc.

Cerca de ellas, puedo respirar una paz tan infinita que no párese tener final. Con todo oscuro y silencioso, en plena madrugada, la tranquilidad se siente por doquier y es cuando más libre y realizado me noto.

Mer duerme destapada, abrazando la almohada con Palula, la mascota de la familia (un gato de angora blanco y de ojos azules) acurrucado en su costado, en el suelo, a la mitad de la sala. Donde debía estar la mesa de café que movimos horas atrás para que cupiéramos todos he hiciéramos la pijamada que prometí, donde si les conté lo que las mujeres me dijeron, porque todo les cuento y él no hacerlo... se siente mal. Es como una necesidad compartirles, pero obviamente omití la parte en que se refería a ellas y quienes me lo había dicho. Lo maneje como una leyenda o un cuento, porque a nadie le gustaría saber que extrañas piensan eres un arma, mala o letal, capaz de destruir y desatar el Apocalipsis, pero todos amamos a los personajes ficticios con esa características. Y ah ambas les gusto, casi amaron la historia.

Katia suelta un ronquido inesperado con la boca abierta, sobre el sofá verde, el más grande y su favorito.

Trae puesta una simple camiseta roja de tirantes que deja al descubierto su ombligo y el tatuaje de serpiente en el hueso entre el cuello y el hombro, con bragas blanca de abuela y con una sábana encima que ya solo le cubre de las rodillas para abajo. Una de sus manos esta fuera,tocando el cabello de la castaña.

Parecen tranquilas y muy cansadas.

Yo permanezco junto a Mer, sentado en el suelo con una cobija en las piernas y la espalda recargada en el bajo del sofá adelante de Katia teniendo enfrente a la pantalla recientemente apagada.

Reclinó la cabeza y queda como almohada las piernas de la morena. Miro el techo y exhalo pesadamente, procurando no hacer ruido. Porque Katia tiene el sueño muy ligero, cualquier cosa la despierta y ahora, lo que menos quiero es que esté consciente.

Mi celular se ilumina sobre mi regazo con la notificación de un mensaje. Justo el que estaba esperando y por el cual no estoy dormido como el resto.

📩De: Amor de mis amores 😍❤️

Bebi, estoy a unos segundos... ¿puedes bajar por mi a la recepción? 🥺😞😩

Sab. 5:57 .a.m

Sonrió para mis adentro porque puedo imaginar los pucheros que hace siempre que quiere conseguir algo.

Le mando una respuesta afirmativa y me levanto con cuidado.

La cobija que tenía en el regazo ahora la pongo sobre mis hombros mientras me encamino a la puerta, pero me detengo cuando toco la manija. Miro a mi alrededor y mi vista se detiene junto al perchero de la puerta a lado derecho. De donde cuelga una chamarra de lana.

Creo que es de Katia.

La tomó y enseguida me llega su perfume, rectificando que si es de ella.

No creo que se dé cuenta que la tome.

Abro y salgo en cámara lenta. Respiro aliviado cuando la puerta ya está cerrada y todo como si nada.

¿Lo malo de este edificio?

Que mi hogar es el último piso.

𝑃𝑅𝑂𝑀𝐸𝑆𝐴𝑆 𝑌 𝐴𝑀𝑂𝑅 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora