Cap VIII

170 3 0
                                    

-. Ahh..... qué rico pequeña..- dijo mientras se corría por segunda vez en la noche dentro del coño de su hija.

Mía se sentía en la gloria mientras recibía toda esencia de su "padre". Se mordía los labios y tenía los ojos nublados.

-. Estás arrepentido?!.- Le preguntó ella con una sonrisa en la cara mientras lo acariciaba del cabello.

-. Te sorprendería si te digo que para nada me arrepiento??-. Respondió él totalmente satisfecho mientras seguía encima y enterrado en ella. Se había convertido en su lugar favorito. Prohibido, pero favorito al fin y al cabo.

-. Jaja no, no me sorprende. No después de haber tenido un 2do round.- Le dice coquetamente.-. Aunque.... Te molestaría un tercer asalto?!

-. Jaja para nada pequeña. Es más, ya te lo iba a pedir.

-. Okey papi. Entonces, te dejarás hacer esto.- Y lo besó nuevamente. Primero suavemente y ya luego acelerando y chupando esos exquisitos labios. Y él ni ponía resistencia. Ya había perdido el sentido de la moral. La besó y mordió esos labios tan apetecibles.

Su polla empezó a crecer nuevamente en el interior de ella haciendo que Mía gimieran despacio por sentir el miembro de su "padre" rozar su piel vaginal.

Seguían besándose hasta que sonó un celular.. aún así no dejaron de besarse. Estaban en su mundo personal.

Hasta que ella se separó de él poniéndose de pie para ir al baño.

-. Contesta. Mientras me limpio un poco.- se lo dijo dirigiéndose al baño totalmente desnuda. Mientras que él la miraba embelesado sin ningún remordimiento. Es más la miraba como un depravado sintiéndose un hijo de puta por todo lo que estaba haciendo. Pero ya no podía hecharse para atrás. Ya había entrado directo al infierno después de haber cogido con su hija dos veces.

Esos pensamientos le hicieron poner una sonrisa traviesa en su rostro.

-. Aló?.-. respondió algo molesto por qué interrumpieron su tercer asalto.

-. Ay amor que gruñón te pones. Seguro te desperté.

-. Sí, me despertaste. Ya sabes lo mucho que me molesta eso.

-. Bueno te llamaba para desearte buenas noches, pero ya veo que te vas a poner insoportable solo porque te desperté.

-. Cuándo regresas?

-. En tres días amor. No te preocupes, los días pasan volando.-. Ja por mí te puedes quedar más tiempo: fueron sus pensamientos.

-. Bueno, buenas noches para ti también.-. le dijo mientras veía a Mía salir del baño y caminando seductoramente hacia él. Eso lo hizo sonreír malevolamente mientras escuchaba a su esposa al otro lado de la línea.

-. Me saludas a la nena. Bye.- y cortó.

-. Era mamá?.- le preguntó como si nada mientras se ponía a horcajadas en él. Él asintió mientras la miraba como hipnotizado. No sabía cómo se había resistido tanto tiempo ante semejante mujer.- Y qué dijo? Alguna novedad?

-. Nada nuevo

-. Cuando regresa?.- le dijo mientras le peinaba el cabello con los dedos.

-. En tres días.- respondió en un suspiro mientras cerraba los ojos disfrutando de las caricias de su "hija".

-. Mmm interesante.... Entonces tenemos tiempo.- Le dijo mientras besaba sus labios castamente mientras seguía con sus caricias.

-. Cómo que tiempo pequeña? Creí que esa amnesia de que somos padre e hija solo era por hoy.- le dijo algo incómodo. Sabía que el pecado ya estaba cometido pero eso no significaba que seguiría con eso por más tiempo.

-. Entonces.. me estás diciendo que quieres que esto se acabe?.- se lo dijo en voz baja mientras empezaba a acariciar el miembro de él para convencerlo.

-. No quiero.... Pero... No.. no podemos seguir con esto... Ahh... Sabes que esto está mal.- le digo excitado por las caricias que sentía en su parte.

-. Bueno, ya hablaremos de eso luego.... Mientras sigamos disfrutando de la noche.- le dijo al tiempo que le metía la lengua hasta lo más profundo de su boca.

Esa pequeña conversación le había devuelto un poco las inseguridades a Carlos. Se acordó que era su hija ante la ley. Y aunque era una línea que no debieron cruzar. Ya es demasiado tarde. Luego se preocuparía de escuchar a su consciencia. Y dejarse remorder por la conciencia.

Por ahora solo disfrutaría de su pequeña.

Ella lo besaba con profesionalismo. Y el gustoso se puso a jugar con su lengua. Su polla se había puesto nuevamente dura y lista para la acción. Ella lo supo y entonces se alzó un poco con ayuda de sus piernas para luego colocar el miembro de su "padre" en su entrada para bajar de golpe haciéndolos gemir a ambos satisfechos de entregarse a lo prohibido.

Ella empezó a cabalgarlo con maestría mientras él acompañaba sus movimientos alzando las caderas para invadirla hasta lo más profundo. Haciéndola ver las estrellas y gritar de gusto.

-. Ahhhhh papi, asiiii..... Mmmm.. más, más fuerte.

-. Así te gusta nena?! Te gusta que te coja duro?!.

-. Me encanta.....- dijo mientras se seguía moviendo rápidamente encima de él.

-. Ahh nenaaa... Qué gusto me das! Te mueves como toda una puta diosa.- le dijo sin dejar de moverse y dándole nalgadas para dejar la piel de su "hija" totalmente roja haciendo sentir más placer

-. Quieres que esto acabe?.- le daba arañazos a su espalda mientras cabalgaba sobre el miembro de su "padre"

Él no respondía. Estaba perdido en el placer. Estaba en otro mundo.

La agarraba por las nalgas para metérsela más profundo haciendo haciéndola gritar de placer.

-.Ahhhhh!! Diooossss.. así! Mátame papi! Mátame!

Él sonreía travieso sintiendo cada parte de ella. Sintiendo su parte súper mojada y deliciosa. No creía que el hecho de llamarla "papi" lo excitaría tanto. Total, no era su padre de verdad. Pero le causaba tanto morbo que se sentía morir.

Aceleraron sus movimientos hasta que los dos se corrieron en un profundo placer.

A ella le encantaba sentir su esencia en lo profundo de su ser. Benditas pastillas anticonceptivas!! Pensó.

Se besaron nuevamente comiendose sus gemidos con sudor entre sus cuerpos.

-. Ah papi...mm.. no... Me respondiste... Mmm...- le dijo entre besos.- Quieres que esto acabe?

No respondió porque estaba perdido en sus labios y acariciandole todo su cuerpo, sobretodo sus grandes senos que eran suaves y firmes que a él le encantaban.

Ella se separó para mirarlo a los ojos.

-. Quieres que esto acabe?.- le preguntó firmemente.

Se quedó mirándola embobado pero le respondió..


-. No... No quiero que esto acabe... NUNCA!!!- le dijo para volver a besarla y perderse nuevamente en el cuerpo de su "hija".

Directo al infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora