Crisalidas Brillantes

2. Familia Madrigal

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Mientras salían los primeros rayos de sol, la nieta más pequeña de la familia ya se había levantado y ahora se estaba vistiendo con su ropa que siempre era colorida, esa era su rutina diaria, apenas entraba el sol por la ventana de su habitación y ella despertaba para empezar el día, y en diferentes partes de su habitación varías mariposas doradas alzaban el vuelo hacia la joven cuando ya estaba lista.

—Buenos días a ustedes también— les decía Mirabel mientras extendía su bolso hacia ellas y unas cuantas se metieron en el, otras se posicionaron en su vestuario, como si fueran parte de la decoración de este, aparte de los bordados que tenía hechos por la misma dueña, otras dos volaron hacia sus alpargatas y otras más decoraron su cabello, muchas más se quedaron en algún lugar de la habitación, era obvio que no las podía llevar a todas.

—Listo, a traer orgullo a la familia— mientras salía de su habitación, las mariposas que traía con ella se camuflajearon de diferentes colores y su brillo disminuyó con la luz del día, —Buenos días abuelo— le decía a un retrato de su abuelo Pedro mientras bajaba las escaleras.

Mientras ella caminaba hacia la cocina, casita también empezaba a despertarse y mostrar que tenía vida, así al estar en el comedor, le ayudaba a bajar los platos del estante para empezar a acomodarlos en la mesa unos niños aparecieron por la ventana.

—Hey!, cuando veremos el don mágico?— gritó uno que traía una taza de café entre sus manos, —La ceremonia de mi primo será hoy, — contestó Mirabel mientras acomodaba la mesa, — cual es su don?,— preguntaron de nuevo, — lo vamos a averiguar— les contestó algo cantarina sin distraerse de lo que estaba haciendo, — el tuyo cual es?— preguntaron una vez más, aquí Mirabel ya los miraba con curiosidad, —Quienes preguntan?— ahora era su turno de cuestionar, —Nosotros?— le contestaron los niños como si fuera lo más obvio.

—Bueno Nosotros no les contaré sobre mi nada mas, yo formo parte de los sorprendentes Madrigal_- cuales sorprendentes madrigal? no van a dejarme en paz verdad?, casita ayudame...

¡Cajones!
¡Pisos!
¡Puertas!
¡De una!

En este hogar vive nuestra descendencia,
hay fiesta y música con ritmazo sin igual,
Es mi familia, constelación perfecta,
el mundo encantan con su brillo personal

Mirabel cantaba mientras empezaba a tocar las puertas de su familia para que se levantaran.

Whoa, no hay que olvidar, la abuela lleva el show
Whoa, nos trajo aquí y a todos nos cuidó
Whoa, y cada año hay más bendición
No es poca cosa — Siempre digo yo, Si!

Después de desayunar y algunas tazas de café todos iban hacia el pueblo a hacer sus tareas.

Esta es la familia Madrigal
Hogar de mi gente, Madrigal, vamos allá
En donde todos son fantásticos y mágicos
Soy de la familia Madrigal

Los niños se acercaron a Mirabel, —Ya vienen, son ellos!— decía uno, —Cuáles son los dones?— volvía a preguntar otro, —Nunca me aprendo todos los dones—, —Yo no sé quien es quién!— decían los niños exaltados, —Tranquilos, por favor!— trataba de calmarlos.

—Ay, así es físicamente imposible relajarse!—, trataba de excusarse una pequeña, —Cuéntanos todo! ¿Cuáles son tus poderes?—, —Dinos qué sabe hacer cada uno!— seguían preguntando uno tras otro, —Y por eso no deberías tomar café— le dijo Mirabel mientras le quitaba su taza.

Mi tía Pepa, su humor afecta el clima
Si está indispuesta, pues, los tiempos raros son
Mi tío Bruno
(¡Puede ver el futuro!) Exclamaron las personas a lo lejos con caras de preocupación.
Y puede ver el tuyo, dime que te pareció?