Crisalidas Brillantes

6. Salvar al Milagro?

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—...el, ...rabel, Mirabel,— varias voces la estaba llamando, sentía que alguien le daba palmaditas en la cara, abrió un poco los ojos para ver quien era, estaba un poco borroso pero pudo alcanzar a ver su madre y a su tío Bruno, estaba confundida, que había pasado?, en ese momento reaccionó.

—Mamá!, la casa se derrumba!, las grietas!, la magia!,— se enderezó rápidamente de donde estaba acostada para tratar de explicar todo lo que había visto, lo que estaba pasando, no sabía por donde empezar, tenían que hacer algo antes de que... —Mirabel!, está bien, todo está bien mi vida,— trató de calmarla su mamá acariciando su espalda, pero por qué no estaba asustada, que acaso no veía lo que le pasó a Casita?

En ese momento empezó a ver su alrededor, las personas se amontonaban afuera del cuarto de Antonio, y su abuela estaba en las escaleras con cara de preocupación igual que los demás, "eh?" se preguntó mentalmente, dirigió su mirada a los cuartos, y todo estaba bien, no había grietas, no lo entendía, que había pasado?, que era lo que había visto?

—Creo que tuviste un mal sueño al desmayarte,— trató de explicarle Julieta, en ese momento escuchó hablar a su abuela, —Todo esta bien, mi nieta solo tuvo un desafortunado accidente, al parecer está un poco confundida por lo que le pasó, la magia está fuerte!, y los tragos igual,— Alma hizo todo lo posible para calmar a la multitud y lo logró, su padre empezó a tocar el piano para poner música y todos regresaron al cuarto de Antonio a seguir con la fiesta, Alma se quedó y se dirigió hacia donde estaban ellos.

—Julieta acompaña a Mirabel y sana esa herida, Bruno, acompáñalas, y querida, cuando te sientas mejor vuelve a crear las mariposas que se desvanecieron,— indicaba su abuela, debía de tener todo bajo control para no alterar a los invitados, y ella también se retiró de nuevo a la fiesta, aunque se seguía viendo algo preocupada.

Cuando iban directo a la cocina Mirabel se dió cuenta de lo que había dicho Alma, herida?, en ese momento fue consciente de si, y notó cómo algo escurría de su frente hacia un lado de su cara, dirigió su mano hacia donde sentía ese líquido, se tocó un poco la frente, le dolió al tratar de palpar, vió su mano para encontrarse con sangre, y pudo recordar lo que había pasado antes de perder la conciencia.

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Cuando llegaron a la cocina, su tío la ayudó a sentarse en una silla, y mientras su madre empezaba a preparar unas arepas, Bruno le ayudaba a limpiar la sangre, entonces se atrevió a preguntar, —Que pasó?,— Julieta la vió con preocupación y le respondió, —Bueno, cuando estábamos en la fiesta, de repente tus mariposas empezaron a titilar y disminuir su luz, y muchas de ellas se desvanecieron, nos preocupamos y fuimos a buscarte por si te había pasado algo, y así fue,— después Bruno continuó hablando,— te encontramos en el patio inconsciente, cuando te revisamos, vimos que tenías esa herida,— decía mientras apuntaba a su frente, ella se dió cuenta de cómo había poca luz en la cocina a falta de mariposas, tendría que arreglar eso.

Las arepas estaban listas, y le dió una a su hija para que la comiera, —Pero dinos, recuerdas cómo te la hiciste?,— preguntó amablemente su madre, —yo solo se que cuando iba a la cocina, algo me golpeó muy fuerte en la frente, y de repente todo se volvió oscuro, no vi nada más, pero oí como algo se rompía, como una teja, no lo sé,— trató de explicar Mirabel, por ahora no les diría él como vió que a la Casita le empezaban a salir grietas, como si en cualquier momento fuera a derrumbarse, comoquiera ni siquiera ella estaba segura de lo que vió.

Sanó su herida y la cabeza ya no le dolía, pero al parecer era mejor ir a descansar, —Bueno, ya está listo,— se levantó de donde estaba para poder ir a iluminar otra vez con su poder, —Estas segura?,— preguntó nervioso su tío, —Si no hay problema, haré mi trabajo y me iré a mi habitación, creo que ya tuve muchas emociones el día de hoy,— dijo segura de si, —De acuerdo, pero no te fuerces,— dijo su mamá dándole un beso en la mejilla, —Si, no te preocupes,— le dijo y se dirigió de nuevo al patio.

Mientras todos seguían festejando a Antonio en su cuarto nuevo, ella volvió a crear más mariposas, cuando terminó se mareó un poco, era extraño, hace tiempo que no le pasaba, prefirió no pensar más en eso y se dirigió a su cuarto.

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Estando ya en su habitación, se cambió, y se puso su camisón para dormir, se acostó en su cama y se tomó el tiempo para pensar en lo que había pasado, notó como sus mariposas volaban encima de ella como si le quisieran decir algo, así que les puso atención, estaban alteradas algo les preocupaba.

Y entonces al fin se dió cuenta, lo que había pasado no había sido un sueño ni una alucinación, había sido real, tan real como para que algo golpeara su cabeza y la lastimara, también como para que su poder fallara así.

Recordó la advertencia que le había dado el Encanto años atrás, era posible que la magia desapareciera, pero parecía que todo estaba bien, pero tendría que investigar más, tendría que ir hacia el origen del milagro, la vela.

Ya habían pasado horas desde que se terminó la fiesta, y ella no había podido conciliar el sueño por tanto pensar, así que se decidió y se levantó para ir a ver qué todo estuviera bien con la vela, salió en silencio, trepó los techos y se dirigió hacia él balcón de su abuela, pero parecía que todo estaba en orden.

En ese momento salió su abuela, ella rápidamente se escondió junto con sus mariposas a un lado para que no la viera, —Ay pedro, te necesito, grietas en nuestra casita?, si la familia supiera cuan vulnerable somos en realidad, y si nuestro milagro agoniza...?, no dejaré que se pierda otra vez nuestro hogar, como es que pasó esto?, abre mis ojos, si la respueta esta aquí, ayudame a encontrarla, ayudame a proteger a la familia, ayudame a salvar nuestro milagro,— lo sabía, no estaba loca, la abuela también sabía que algo estaba ocurriendo con la magia, eso fue suficiente para ella para decidirse, tenía que salvar el milagro.

Regresó silenciosamente a su habitación, ya lo tenía claro, pero, como se salva un milagro?, ella siempre había intentado ayudar a su familia para que no cargaran ellos solos con sus dones, incluso trató de ayudar a Dolores a confesarse a Mariano, pero ella nunca se decidió, y ahora el joven estaba a un paso de comprometerse con su hermana, suponía que serían felices juntos, al parecer la visión de su tío Bruno hacia Dolores se cumpliría muy pronto.

Entonces que más podía hacer?, si su magia estaba empezando a fallar, los demás debían de haberles pasado lo mismo no?, claro!, tenía que ver si sus dones empezaban a fallar, tendría que investigar durante el desayuno.

Ese era su deber, ayudar y apoyar a la familia, no iba a permitir que el milagro desapareciera y el Encanto sucumbiera, esa era su misión, ayudar a que la magia siguiera viva y haría todo lo posible por lograrlo.

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Continuará...