¿Realmente ha sido este un lugar tranquilo?, es decir, ¿En realidad en algún momento ha existido una época pacifica donde los niños puedan salir a jugar a la calle o que tengas la seguridad de que regresaras a salvo a casa?
Evergreen cuenta con s...
|Advertencia: humor demasiado retorcido, mal vocabulario y escenas fuertes. No apto para menores de edad (por favor). Si no es de tu agrado, solo pasar de largo|
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On that hallowed night when I lost my life All I remember was the gleam of the knife I vanish with no traces I got friends in low places
Al anochecer, Mía esperaba aquella batalla eterna contra las voces susurrantes de su mente, aquellas que no le dejaban tener un solo miembro de paz, tan rápidos y oscuros que le resultaban agotadores. Cada noche el sueño era una meta inalcanzable estando allí enfrente sin poder tomarlo, por lo que no tenía mucho sentido quedarse en la cama a dar vueltas durante horas hasta ver los primeros rayos del sol colarse a través de las cortinas.
Se levantó despacio, estiró sus huesos cansados en un intento por aliviar la molestia. Siempre era inútil, pero al menos lo intentaba. Tomó aquel cárdigan lleno de distintos matices, pero ya descolorido por el paso del tiempo, lo paso por sus delgados brazos pálidos y lo acomodo sobre su espalda. Suspiró viendo a su alrededor y se acercó a la mesita de noche de dónde sacó unos cigarrillos del cajón, las llaves que estaban llenas de muñecos de distintos personajes y también tomó un encendedor que era indispensable para ella así como sus esposas o pistola. Se alistó para salir al estacionamiento, caminó por el pasillo que conectaba aquellos departamentos donde no tenía mucho que se había mudando.
Había llegado a aquel poblado con la esperanza de obtener una mejor oportunidad e incluso un nuevo comienzo. Era un lugar tranquilo. O algo así.
Cada mañana la recibía con alguna noticia sobre como algún delincuente había muerto de manera violenta. No importaba mucho sus crímenes, siempre el resultado era el mismo: una muerte sanguinaria, violenta y demasiado dolorosa.
La policía andaba detrás de aquel maniático justiciero, pero no había muchas pistas al respecto. Ningún nombre. Ningún rostro. Solo eso, un asesino lunático que gustaba de "hacer justicia" por sí mismo. Alguien que andaba por ahí con una máscara, imitando a los superhéroes, tal como Batman o Flash.
A pesar de eso, Evergreen era un lugar tranquilo.
Abrió la puerta y la cerró detrás de ella, caminó por los pasillos solitarios hasta llegar a las escaleras, donde bajó hasta llegar al pequeño jardín que allí había; se sentó en una jardinera rodeada por arbustos con flores rosadas y blancas. Sacó uno de sus cigarrillos y lo encendió con cuidado mientras tapaba el fuego con su mano, cuidando de que la llama no se apagará con el viento suave del verano.
Dio la primera calada y dejó que el humo de aquellas hierbas secas la fueran relajando a su paso. Exhaló tan tranquila, soltando despacio el humo amarillento después de pasar por sus pulmones. El efecto comenzaba a relajar sus músculos. Fumó lento y despacio por mucho tiempo, disfrutando de cada calada mientras veía el cielo estrellado y lo brillante de la luna, pensando en lo inmenso que era allá afuera y lo insignificante que era ella...
