High Enough

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|I don't like anyone better than you, it's true

I'd crawl a mile in a desolate place with the snakes, just for you

Oh, I'm an animal, hand me a Tramadol, gimme the juice

You are my citadel, you are my wishing well, my baby blue|


La luz del sol se filtraba a través de las cortinas rosa pálido iluminando por completo la habitación, bañando todo de una tenue luz rosada haciéndolo ver todo tan mágico; ella gruñó tapándose la cara mientras Adrian la veía parado desde la ventana.

Despertó a la hora habitual, abriendo los ojos al primer segundo del día, igual que siempre como desde que era niño. No había mucho que hacer, no se atrevía a salir mucho menos dejarla sola, el temor de regresar a casa y encontrarla muerta al igual que mamá se había vuelto su peor miedo.

En lugar de ello, caminó hacia la ventana y vio en silencio como se movía todo allá afuera. Se encerró en sí mismo para planear con cuidado su plan, la primera parte estaba completa; necesitaba planear con cuidado su siguiente movimiento, pensó en cada posibilidad y en cada palabra que debía elegir.

"Todo marcha perfectamente bien... demasiado bien, ¿Debería preocuparme?" pensaba con la mirada clavada al frente donde aquel coche Chevrolet Celebrity algo antiguo y de color café hacia su habitual rutina de seguimiento. Ya tan bien ubicados los tenía, tanto que ya ni siquiera se molestan en ocultarse. Pensó en las maneras en que podría matarlos y como trataría de sacarles la información ahora que Mia le había otorgado libertad creativa. Casi podía saborear esas muertes.

Su atención se desvió hacia una joven pareja que pasaba caminando por la calle, tomados de las manos con sus dedos entrelazados; ambos llevaban un vaso de café en la mano contraria y el chico llevaba un bebé pequeño cargado cerca de su pecho, "¿La gente carga a sus bebés como mochilas tácticas?" pensó viendo confundido a aquellos tres mientras se alejaban para dejar de existir para él; realmente tenía duda de porque hacían eso y pensó en despertar a Mia para preguntar, pero al voltear, se encontró con ella completamente desnuda, acostada boca abajo, su mano derecha deformaba su mejilla mientras su boca abierta babeaba sobre los dedos; las sábanas lilas y brillantes tapaban partes de su cuerpo, su piel brillaba en dorado debajo de la luz del sol, lo cual no tenía sentido y Adrian solo la veía confundido, ¿Por qué le parecía tan bonita?, ¿Tan perfecta?, ¡Casi celestial!

"Tal vez pueda convencerla" pensó mientras veía la hilera de pestañas que ocultaba aquellos ojos hermosos. Sonrió al ver como se tapaba la cara y gruñía en el momento en que un rayo de sol le daba directo en los ojos.

—¡Es muy temprano! —dijo con la cara oculta entre las almohadas y limpiando los rastros de saliva.

—Algo... ¿Quieres salir a desayunar?

—No, quiero dormir —dijo tapando su cabeza con la almohada.

Adrian se acercó para acostarse encima de ella, besó sus hombros desnudos descendiendo por la espalda; Mia le gruñó en respuesta, pero pegaba su cuerpo al de él buscando su calor. Él seguía besándola delicadamente, con la yema de sus dedos iba acariciando la piel dorada, descendiendo en medio de los glúteos y reaccionando ante lo cálido de su tacto; llegó directamente a su clítoris donde le acarició tan suave liberando risas adormiladas en Mia quien se descubría la cara para verlo de reojo.

—Aprovecha mientras puedes —le dijo con una sonrisa.

—¿Qué se supone que quiere decir eso?

—Nada, realmente —volvió a acostarse y levantar su trasero contra él.

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