Forelsket

Enchanted

|This was the very first page
Not where the storyline ends
My thoughts will echo your name
Until I see you again
These are the words I held back
As I was leaving too soon
I was enchanted to meet you|

"Cariño, necesito salir... prometo regresar pronto, ya estuve ausente muchos días en el trabajo. Te prometo que te traeré algo para cenar y podremos ver lo que quieras, te... sí, creo que te amo"

Fue lo último que le había dicho la tarde antes de salir del departamento; ahora la recordaba con aquel vestido rosa pastel, con los cabellos trenzados y con el rostro maquillado ocultando los moretones de su última "aventura". La vio acomodando las flores que él le había llevado en la mañana, las ponía con cuidado dentro del florero color negro largo donde puso agua y un poco de azúcar para que duraran un poco más; ella le sonrió frunciendo la nariz para echarse a correr hacia donde él estaba, lo abrazó tan fuerte sin dejar de verlo, sus ojos estaban llenos de lágrimas que no se atrevía dejar salir, le susurró un "yo también te amo" mientras intentaba ponerse de puntillas para besarlo.

Ahora que lo recordaba, aquel beso fue tan distinto a los demás. Fue tan lento, tan apasionado, tan mágico.

—¡Eres un idiota! —se dijo a sí mismo mientras arrojaba las llaves contra el suelo.

Y si, ahora tenía sentido todo.

∆∆∆

Por recomendación de Jenkins decidió quedarse en casa de Adrian mientras ellos dos fingían que no sabían nada de ella; todos en la estación seguían buscándola. Era común ver a Song y a Fitz en la puerta de Adrian, ya sea para confirmar cosas que ellos ya sabían.

—Hubo una explosión a las afueras de Evergreen, uno de los vehículos que ahí había era el que se llevó a Mia —explicó Song dos días después de lo sucedido en la granja.

—Esperen, ¿Eso que demonios quiere decir?, Ella...

—Ningún cuerpo corresponde al de ella —se apresuró a decir Fitz —. Todos son varones y solo tenemos un detenido que no ha querido hablar con nosotros. Estamos haciendo todo lo que podemos para encontrarla.

Song veía el rostro de aquel joven, su cara parecía estar en blanco, no había ningún tipo de emoción allí. Ella quiso creer que probablemente aún seguía en shock del cual aún no se recuperaba, se veía tan desalineado con los cabellos revueltos como si no hubiera salido de la cama en varios días. Pobre chico, estaba destrozado.

—Cualquier cosa que sepamos, se lo diremos Chase.

—¿Por qué demonios no buscan casa por casa?, ¡Golpeen al detenido hasta que hable! —Adrian levantó la voz acercándose a Sophie —¡Por favor, hagan algo!

—Eso estamos haciendo —habló Fitz, interponiéndose entre Sophie y Chase.

Adrian solo llevo sus manos a la frente, susurró un lo siento y entró a la casa cerrando la puerta detrás de él.

—¡Pobre chico!, Se ve que la está pasando muy mal —soltó de repente Fitz al ver que Adrian desaparecía —. Pero sigo creyendo que ese sujeto es extraño, no puedo imaginarme a Edevane estando con él.

—¿Y eso importa?

—No, no realmente. Es que ella es tan... rígida. No la imagino con alguien tan desordenado como él.

—Crees eso de ella porque pide muchas respuestas a todo lo que haces y que, honestamente, llegan a ser desconcertantes.

—Solo fue una vez... Pero ¿Quién demonios te pregunta a qué hora fuiste al baño y cuánto tiempo tardaste para regresar?