Cap 3: Ayudas.

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Mientras Horacio vomitaba Gustabo y yo le sobábamos la espalda.

— Yo lo quiero –. Sollozo –. ¿No soy un buen partido?

— Él se lo pierde –. Intentó animarlo Gustabo.

Tras varias y varias copas a Horacio le había dado la depresión con el tema de Volkov, el cual nos esperaba a un lado junto a sus amigos y compañeros.

— ¿Soy buena persona, cierto? –. Preguntó con su rostro lleno de lágrimas.

Pude ver como Volkov me hacía un gesto para que me acercara a ellos. Le hice una señal al rubio para advertirle que me alejaba.

— ¿Qué pasa? –. Pregunté al estar al lado de los mayores.

— Nosotros nos vamos ya –. Me aviso Ivanov.

— ¿Me vais a dejar con esos dos borrachos?

Gustabo también llevaba unas cuantas copas encima, al igual que yo.

— Pedir un taxi –. Hablo Conway.

— Tú calla –. Lo miré fijamente.

— ¿Como?

El mayor se acercó peligrosamente a mi, tanto que tuve que levantar la cabeza para mirarlo fijamente.

— Gustabo habla mucho de cuanto los proteges ¿Y ahora me los vas a dejar a mi que voy igual de borracha que ellos?

— ¿Tu como sabes eso? –. Preguntó sorprendido.

— Soy su psicóloga –. Sonreí de lado.

Sin decir nada más se acercó a mis amigos, Ivanov fue con él. Conway cogió en hombros a Gustabo, mientras Ivanov cogía a Horacio. Se notaba que ambos estaban fuertes.

— Venga vamos.

Seguí de cerca a Greco y a Volkov, los cuales iban hablando de a saber que.  Decidimos separarnos en los coches, Ivanov y Conway en el coche de Gustabo y Horacio, mientras mi hermano y yo en el coche de Viktor.

— Déjame en mi consulta –. Dije al sentir que arrancaba –. Tengo una cita en media hora.

— Estas borracha, no puedes ni hablar –. Dijo mientras me miraba por el retrovisor.

— Estaré bien –. Bese su mejilla colándome por ambos asientos delanteros.

/./

Las ganas de enviar a todos a la mierda estaba creciendo mucho en mi, aún así era mi trabajo y cobraba por escuchar a la gente, así que sonreí y escuchaba todo lo que mis pacientes decían.

Amaba mi trabajo, ya que de pequeña no tuve la oportunidad de hablar con nadie de mis problemas, y aunque cobrará por hacer lo que hacía, escuchaba por completo a todos mis pacientes y siempre intentaba ayudarlos en absolutamente todo. Quería ayudar todo lo que pudiera, y está era mi forma de hacerlo.

Deshice la cola que llevaba y peine un poco mi pelo con mis manos.
Tome una aspirina que tenía en mi botiquín y espere a por mi siguiente paciente.

— Creo que necesitas esto.

Me sorprendí al escuchar la voz de volkov, quien reposaba en el umbral de la puerta. En una mano traía una bolsa de supermercado y en la otra dos cafés.

— Un caramel Macchiato y varios dulces del súper –. Dijo mientras me lo entregaba –. Ya te dejo, solo venís a dejarte esto.

— ¿Tienes que trabajar? –. Pregunté curiosa.

— No, tengo un par de horas de descanso.

Lo miré fijamente mientras soplaba mi café.

— Yo no tengo la siguiente cita hasta dentro de una –. Note como sonrió levemente –. ¿Te apetece quedarte un rato?

Everything For Love  // Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora