Everything For Love // Jack Conway

Cap 12: Charlas.

Ryan sonrió de oreja a oreja mientras me miraba fijamente. Estaba un poco cambiado desde la última vez que nos vimos, pero lo reconocía a la perfección, al fin y al cabo fue mi mayor deseo y a la vez mi mayor perdición.

— ¿Qué tal estás, linda? –. Dijo mientras llamaba a la camarera.

La chica llegó y cogió la comanda de mi acompañante.

— Deja de llamarme así –. Murmuré molesta.

— ¿Por qué? ¿Prefieres que te llame Víbora?

Rei sin gracia mientras negaba y cogía mi copa en mano, me levanté pero su mano me impidió seguir.

— Tenemos que hablar –. Estiró de mí, obligándome a sentarme de nuevo.

Suspiré rendida, no me apetecía nada aquello. Ya no solo porque no sabía como actuar con él, ya que mis hermanos no me habían explicado absolutamente nada. También porque no tenía ni el ánimo ni las ganas de estar con él ahí.

— Sé que tus hermanos saben que estamos aquí, y que querían meterte de nuevo en esta mierda –. Dijo sin verme –. Después de todo, eres im

— Cállate –. Lo interrumpí –. ¿Cómo sabes eso?

— ¿Crees que no sabíamos que estabas en esta ciudad? Hemos sabido absolutamente todo de ti desde que te fuiste de Irlanda –. Dijo antes de beber de su copa de Whiskey –. Al llegar te pusimos un vigilante privado, y cuando tus hermanos se contactaron contigo también a ellos. Realmente descrubrimos todo sin querer, pero ahora lo sabemos.

— ¿Y qué mierdas quieres? –. Suspiré.

Ryan me obligó a levantarme y me guió hasta la planta de arriba, donde no había absolutamente nadie.
Nos sentamos mientras ambos tomábamos nuestras copas.

— Te quiero proteger, cosa que tus propios hermanos no hacen –. Dijo con molestia –. Se lo que quieren, y los vamos a dejar en paz. Solo quiero una cosa a cambio.

— ¿Que, Ryan que?.

— Tus hermanos solo se dedican a las pirulas, nosotros somos más de armas y otra muerda, tu lo sabes –. Me recordó –. Los dejaremos en paz siempre y cuando tú te unas a nosotros.

Sin querer empecé a reír a carcajadas sin poder evitarlo. Ryan me miró serio, a sabiendas que no podría parar.

— Habló enserio, Linda.

— Deja de llamarme así –. Pare de reír en seco –. ¿Además, porque haría eso?

— Amas a tus hermanos, y harías lo que fuera por protegerlos –. Dijo orgulloso –. Ellos quieren su reino de las pirulas, nosotros queremos la mayor asesina que hemos conocido en la historia.

— ¿Por qué yo? Hay miles de asesinos a vuestro alrededor, seguro conseguiréis a alguien mejor –. Dije totalmente seria.

— Solo confió en ti como buena asesina para proteger a mi familia.

Negué repetidas veces mientras me ponía de pie. Rezaba para que no fuera lo que estaba imaginándome, por favor no.

— ¿Familia?

— Tessa –. Suspiro, parecía que quería decirme algo –. Bueno, y mis hijos que vienen en camino.

— ¿Como? –. Rei desesperadamente –. ¿Es una broma? ¿No?

Ryan se levantó, me sujeto por mis muñecas y me obligó a estarme quieta.

— Por favor –. Pidió –. Me fío de ti, tanto como para fiarte la vida de mis futuros hijos y la mujer que amo.