Everything For Love // Jack Conway

Cap 9: Perdición y provocación

(Bien, ATENTXS. Quiero dejar algo claro, a partir de este capítulo se mezclaran muchos roles de diferentes servidores. Entiendan que para que esta historia encaje como quiero hacerla los roles reales no se tomaran al pie de la letra. Eso sí, habrá algunas cosas parecidas, pero nunca idénticas al rol verdadero.

También decir que algunos roles no tuve la oportunidad de verlos completos, así que los integrare de lo poco que pude ver y me acuerdo, y además de las cosas que me voy informando. Gracias!)

Mis manos sudaban y temblaban, incluso era casi incapaz de coger aquella taza de chocolate caliente y beberlo. La paciencia nunca había sido lo mío, pero en aquellos momentos mucho menos.

Al ver aquellos dos hombres sentí como el mundo se paralizaba e incluso la gente desaparecía a mi alrededor.

— Hermanita -. Musitó el mayor.

— ¿No vas a abrazar a tus hermanos?

Entonces reaccioné, estaban ahí, justo delante de mis narices.

Me abalancé sobre ambos, creando un cálido abrazo entre los tres.

— Nos has echado de menos ¿eh? -. Preguntó Toni una vez nos separamos.

Los tres cogimos asiento mientras sonreíamos.

— ¿Qué hacéis aquí? -. Pregunté sin soltar sus manos.

— Trabajo, hermanita -. Respondí Carlo.

Los mire fijamente, frunciendo mi entrecejo.

—Si, se refiere a ese tipo de trabajo -. Dijo Toni.

Odiaba aquello, nunca aprendí a ocultarle nada a mi hermano mayor, o quizás él era muy bueno leyéndome.

— ¿Cuándo llegasteis a la ciudad? -. Pregunté cruzándome de brazos.

— Hace ocho meses -. Respondió Carlo -. Pero sabemos que querías estar fuera de esto, así que no te avisamos.

— Quiero estar fuera del mundo en donde me pueden meter una bala en la cien en cualquier momento -. Dije seria -. Pero nunca dije que quisiera estar fuera de vuestras vidas.

— Número uno -. Habló ahora Toni, mirándome totalmente serio pero tranquilo -. Para querer estar fuera del mundo donde te pueden matar, te hemos visto muy unida a un mafioso/mecánico y ahora con tu otro hermanito y su jefe, el cual tiene más enemigos de los que puede contar. ¿Y aun así dices que quieres estar fuera de ese mundo?

— Ellos -. Me interrumpió.

— No he terminado -. Me mandó a callar -. Número dos. Irte de repente de Italia y dejarnos solos dice que no querías saber nada de nosotros ¿Y para que? Para venirte a vivir con tu hermano bastardo que ni siquiera te hace caso ¿Por eso nos cambiaste?

Toni Gambino, alguien que te suelta mil verdades a la cara en dos segundos.

Odiaba aquello durante toda mi adolescencia, y lo sigo odiando. Aún más su mirada de rencor, esa maldita mirada que me rompía en mis jodidos pedazos y me hacía sentir la peor miseria del planeta.

— Que me hayas contactado después de ocho meses aquí me indica que no es para una reunión familiar -. Rei sin gracia -. Y más ahora después de hablar. Así que decirme ¿Qué quería?

Ambos intercambiaron miradas durante unos segundos para luego mirarme fijamente.

— No somos los únicos que hemos venido para quedarnos -. Dijo Carlo.

— La mafia irlandesa está aquí -. Finalizó Toni.

No. Aquello no podía ser verdad.

— Los Oneill también están aquí.