Cap 8: Lista de la compra.

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Las semanas siguieron pasando. Horacio seguía sin dirigirme la palabra, Gustabo estaba molesto conmigo y lo entendía, entendía que ahora me ignorara y pasara más tiempo con Horacio. Volkov decidió poner una distancia entre ambos hasta que sus sentimientos desaparecieran o fueran casi inexistentes.
Greco se había molestado conmigo por causar tanto dilema y Ivanov y yo decidimos que también sería mejor dejar de vernos.

Después de todo no quería seguir haciéndole daño a las personas que quería.

Bueno y Conway seguía cuidando de mi, aunque cada día le demostrara que estaba cada vez mejor.

— También falta brócoli –. Dijo para que yo lo apuntará en la lista –. Jabón de manos, que no tienes.

Conway estaba más atento de lo que hacía falta en mi piso que en el suyo propio, aunque se entendía. Las horas que no pasaba en la comisaría o vigilando la ciudad, se las pasaba conmigo en mi departamento.

— Creo que ya está-. Lo frene –. Llevo dos páginas y no acabas. Además, tú no vas a pagar todo esto.

— No te quejes, no es como si te faltara el dinero –. Me encogí de hombros dándole la razón –. ¿Tanto dinero da la psicología? Quiero decir, has comprado un departamento tu sola, dos coches y una moto, además de que vives sin preocuparte de los gastos.

— Sí, pero no para tanto –. Me expliqué mientras ambos salíamos hacia el garaje –. Tengo una herencia de mi madre.

— Eso es imposible, Greco siempre se está quejando del dinero.

— Eso es porque Greco y yo no tenemos la misma madre.

Ambos subimos a su coche, aunque Conway no arrancó ya que me miraba esperando una explicación.
Supuse que Greco no solía hablar de estas cosas con él, aunque Conway sabía muchas cosas de mi por mi hermano.

— ¿No tenéis la misma madre? -. Negué y él arrancó –. Explícate.

— Nuestro padre le puso los cuernos a su madre con la mía –. Explique sin dar muchos detalles –. Mi madre murió poco antes que la de Greco, así que me dejó una herencia. Sin contar luego la herencia que nos dejó nuestro padre. Greco no está mal de pasta, simplemente es un tacaño.

— No sabía eso –. Me miró unos segundos.

— A Greco no le gusta mucho hablar del tema de nuestras madres, no le sienta muy bien.

El camino era un tanto largo, así que Conway aprovechó aquel trayecto para sacar su maruja interna.

— ¿Entonces tu acento italiano viene de tu madre?

Negué.

— Viví desde los dieciséis en Italia, por eso tengo aún tan marcado el acento –. Dije mientras seguía apuntando cosas en la lista.

— ¿Desde los dieciséis? ¿Tu sola?

— Relaja a tu maruja fiera –. Bromeé mientras negaba –. Tengo dos hermanos por parte de mi madre, así que ellos cuidaron de mí durante esos años en Italia.

— Tengo que hablar más con Greco, estas cosas no me las cuenta.

Rei, aunque sabía que era capaz de decirlo en serio.
Al llegar al supermercado cogimos un carrito, el cual yo guiaba pero Conway cogía de un lado, ya que no se fiaba mucho y creía que lo pisaría.

— ¿Greco conoce a esos hermanos tuyos? –. Asentí –. ¿Por qué no nos ha hablado de ellos?

— ¿Por qué es tu empleado, no tu bestie?–. Dije mientras me encogía de hombros –. Además, Greco odia a mis otros hermanos. Ya que cree que ellos tuvieron la culpa de que cayera en las drogas.

Everything For Love  // Jack ConwayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora