Everything For Love // Jack Conway

Cap 11: Reencuentros.

Jack acariciaba mi pelo mientras me explicaba cómo había sido su día. Por obvias razones yo me inventé como había ido el mío, ya que no podía decirle que todas las tardes desaparecía para verme con mis hermanos mafiosos.

Las cosas habían mejorado a un nivel casi inexplicable entre ambos. Jack era mucho más cariñoso, cosa que no me explicaba, pero aún no habíamos hablado del que se suponía que éramos.

Lo mío era simple miedo, sus razones, pues no tenía ni la menor idea. Quizás no era nada para él.

— ¿Tienes pensado volver a la comisaría? –. Preguntó sin cesar sus caricias.

— Tenía pensado ir mañana –. Dije con una sonrisa –. Aún me quedan varios por hacer la primera cita. Entre ellos tu.

— Estoy mejor, y lo sabes.

— Pero las visitas son necesarias –. Dije mientras lo miraba fijamente.

— Está bien, lo que diga la señorita –. Sonrió.

Unas de las cosas a las que juraba que me había vuelto adicta era a su maldita sonrisa. Eran pocas las veces que la veía, pero siempre que sonreía me hacía soltar una risita tonta, que a la vez a él le encantaba.

— Leighton –. Sus caricias cesaron y su tono sonó serio nuevamente –. Creo que hemos de hablar sobre algo.

Diosito, soy yo de nuevo...

— Sobre nosotros –. Continuó –. Quiero decir... bueno no se como decirlo pero.

— Mierda Conway, suéltalo de una jodida vez –. Me desesperé –. No ves que me va a dar un infarto.

— Está bien –. Dijo colocándose bien en la cama –. Te gusto y bueno, creo que tú me gustas a mi. Pero necesito dejar algo claro.

— ¿El que?

— Quiero algo íntimo, llámame anticuado o lo que quieras, pero no me gusta compartir y mucho menos si se trata de ti –. Gracias diosito –. Sé que te gusta eso de verte con muchos pero de verdad me gustas y quiero hacer que esto que tenemos funcione.

— Bueno... yo creía que ya era algo íntimo –. Baje la mirada.

— Y lo es, linda –. Hormonas, cálmense –. Y una cosa más.

Diosito, se que pido mucho, pero soy buena.

— Quiero que entiendas que es difícil para mi el no temer a que te pase algo, así que te protegeré con mi vida si hace falta –. Su mano acarició mi mejilla –. Así que ¿hacemos esto oficial?

— Joder si –. Sonreí de oreja a oreja.

/./

Horacio y Gustabo me miraban con sus brazos cruzados sobre su pecho, completamente serios.

— Que bueno veros, chicos –. Sonreí un poco apenada.

Llevábamos semanas sin hablar, casi un mes.
Necesitaba a mis amigos, necesitaba contarles las nuevas noticias, los necesitaba a ellos.

— Os echo de menos  –. Dije cabizbaja.

— Tu arruinaste nuestra relación –. Atacó Horacio.

— Lo sé –. Cogí su mano por encima de la mesa –. Se que tendría que habértelo contado, pero empecé a tener sexo con el mucho antes de conoceros. Además te veía tan contento cuando hablabas de él.

— ¿Lo amaste? –. Preguntó cabizbajo sin apartar nuestro agarre.

— No, nunca lo hice –. Confesé –. Es un amor de hombre, pero no podría amarla ni cuidarlo como se que tú lo harás.