•07• Dos duelos y dos horas

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– Todos los días despertarás temprano, y para asegurarme de ello vendré a ver cómo vas con el aseo matutino. Cuando venga yo misma te traeré tu desayuno, a esa hora no puedes ir al gran comedor, pues estarán desayunado el rey y el príncipe. Luego puedes caminar por ciertos pasillos que te indiqué hace minutos, te recomiendo que vayas al prado, al jardín o al laberinto, ya que son lugares abiertos y no molestas a nadie en su labor. –encojo la barriga mientras aguanto la respiración cuando la señorita Hyunah aprieta con toda su fuerza mi corset, ayudándome de alguna forma a lucir bien– No hables con su majestad o su alteza, solo si obtiene un permiso de ello, si es así dirígeteles con la mayor educación y el respeto. Mantén tu postura siempre, sabemos que bienes de una familia humilde. –acomoda mi vestido y me sienta en el tocador, al instante puedo ver mi reflejo en el espejo– Oh, casi lo olvido, tienes el acceso permitido a la biblioteca todo el tiempo que quieras. También le impartirás las clases a el príncipe allí. Luego de el atardecer tienes que estar dentro de tu cuarto. Tienes prohibido andar por los pasillos de noche. –echa un poco de polvo en mi rostro– Por cierto, si rompes alguna cosa valiosa del castillo tendrás que seguir una ley de ser la criada de este palacio por diez años. –trago fuertemente al oír eso último que dijo. No me imaginaba aquí en diez años solo por romper una taza– Desde hoy eres un tipo de maestra para Kim Taehyung, pero que no se te olvide en qué lugar vas. –Hyunah toma un cepillo y lo pasa por mi cabello un poco húmedo. Sonaba extraño, pero parecía una madre dictándole todos los requisitos a su hija– Cumple con todas las reglas y saldrás sin una mancha de aquí. –termina de peinarme, dejando mi cabello completamente suelto– Termina tu desayuno, te esperaré en la puerta para que me acompañes a un lugar para seguir diciéndote más reglas.

¿Más?

Pero si me dijo un aproximado de cien.

Es una locura vivir en un lugar como este.

Asombrada le respondo que si y me siento en mi cama, para comenzar a desayunar.

No sabía ha qué hora tenía que levantarme, ahora se que es apenas sale de el Sol. Si, fue difícil hacer todas mis cosas mañaeras, por muchas razones; uno, mi mente no está en sí cuando apenas abro los ojos, dos, extraño ya los gritos y formas extrañas de despertar de Soohyun y tres... ayer dormí muy tarde pensando en aquellas palabras que me dan escalofríos.

– Bienvenida a mí palacio señorita Gooru... ¿adivina qué más serás?... Mi hermosa y preciada muñeca, y jugaré contigo tantas veces me de la gana.

Tan solo vienen esas simples palabras y quiero dejar de comer y gritar mientras desacomodo con ira mi nueva cama.

No, no pienses en tal bochorno. Sigue desayunando Gooru.

Unos últimos bocado y ya había terminado mi desayuno, el cual la mayor parte consistía en frutas, por suerte tuve al menos un vaso con leche. Su sabor era sabroso e hizo que todo lo comiera rápido.

Cuando estuve justo al lado de la chica ella hizo una seña para que la siguiera. Y hay fue donde empezamos a caminar por pasillos de los cuales si tengo permitido el paso.

Un tanto aburrida trato de buscar alguna conversación con Hyunah– Así que Hyunah, –hablé, sin embargo ambas continuabamos caminado. No sabía a dónde hibamos– ¿cuánto tiempo llevas trabajando en el palacio. –la miro curiosa–

– Desde que nací. –contesta como si esperara que esa pregunta se la hiciera–

– ¡¿Qué?! –sin querer suelto un pequeño grito que nos hace parar a las dos. Tapo mi boca apenada–

Jesús, ¿acaso eso es posible?

– Un cosa más, en el palacio no se grita, ya te dije que mantuvieras la postura. –regaña y yo vuelvo a mi posición estirada– Mi madre también era una empleada de este reino, –comenzó ha hablar– pero cuando se enteró que estaba embarazada no supo que hacer con su trabajo. El rey se enteró de esto e hizo una ley respecto. –aclara su voz– “Las sirvientas del castillos podrán mantener a sus hijos dentro del palacio mientras qué estos al crecer y cumplir los quince años deberán trabajar en el castillo por diez años. Luego de ese tiempo, sus hijos recibirán como agradecimiento un hogar donde vivir cuando ya no dependan de la realeza”

Príncipe Caprichoso •|KTH|• [+18] [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora