Príncipe Caprichoso •|KTH|• [+18] [EN PROCESO]

•16• Mojados

Dedicado a Lis-95 y a zantaRamona2013  (las estoy vigilando pecadoras)
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Lee no podía evitar estar nerviosa, tampoco podía evitar estar enojada.

¿Era el príncipe tan descarado que trajo de vuelta a la chica donde una vez había tenido un recuento en ese mismo lugar?

Descarado, idiota, pervertido, lunático, cabra parlante, manzana podrida.

Eran algunos de los tantos insultos que pasaban por su mente, tratando de conservar la calma si no, los decía en voz alta.

– ¿Para que me trajiste aquí? –preguntó la chica en un tono escondido de su enojo–

El príncipe supo que hiba hacer esa pregunta, se lo esperaba. Caminó directamente a ella con su típica sonrisa de arrogancia y se puso a su altura, pegando ambos rostros.

– Desnúdate.

¿Pero que...?

– ¡¿Qué?! –el grito de la castaña provocó que casi Kim soltara una gran carcajada al verla tan sorprendida, sin embargo mordió sus labios– ¡¿Qué me estás pidiendo, pervertido?!

– Creo que lo dije claro, –en realidad Taehyung lo decía en serio, pensaba usar otras palabras, pero la idea de verla alterada era mucho mejor– quítate la ropa.

– ¿Y por qué haría eso?

El pelinegro soltó un suspiro– No lo sé, –se encogió de hombros– ¿para que una persona vendría a un lago? –habló con sarcasmo  separándose del rostro de la castaña y comenzado a quitarse sus propias prendas con total calma–

– Te recuerdo que no vine por mi propia voluntad, tu fuiste quien me arrastró hasta aquí. –acusó con los brazos cruzados–

– En ningún momento te quejaste. –demonios, tenía razón–

Gooru evitó sonrojarse al notar cuando el príncipe ya había quitado su camiseta, dejando el descubierto su pecho trabajado. Apartó la mirada y la plantóen el suelo.

Cuando menos se lo esperó sintió el agua del lago ser agitada con calma.

Eso hizo que mirara en aquella dirección, y por supuesto, que se llevara una sorpresa.

Cómo había imaginado, Kim ya estaba en el lago. Su cuerpo no estaba por completo metido en este, en la superficie quedaba todo por encima de su cintura, dejando ver gracias a la profundudad su V.

Y lo logró, Kim con solo quedarse quieto en ese lugar logro que Gooru se sonrojara, y no solo eso, casi consigue que ella pegara un grito por tal vista.

En verdad la vista era delirante, cualquiera confundiría a Taehyung con un tritón o algún tipo de sirena del lago, sabiendo que con solo su figura podría atraer a cualquiera a sus redes y hacer todo tipo de maldades.

– ¿Qué esperas para entrar? –habló un impaciente tritón... no, el príncipe del reino de Gong–

– No lo haré. –dijo decidida–

Eso hizo impacientar más a Kim.

– De acuerdo, supongo que tendré que buscarte yo mismo.

– No te atreverías. –aquello había salido de los labios de la chica un tanto dudoso–

Una risa escandalosa se escuchó en el silencioso lugar, llena de arrogancia y grandeza.

– Parece que no me conoces.