•17• Teoría Tormenta (parte 1)

761 87 63
                                    

Dedicado a lo-v119
𑁍᪥𑁍᪥𑁍

Narra Gooru

Todo en la vida comienza con una calma sospechosa. Pongamos de ejemplo las tormentas. Primero empiezan con una leve ventisca que refrescan la tarde o la mañana, no muy tarde de eso se ve el color del ambiente, o lo que el cielo hace que veamos; un ambiente grisesco, frío y húmedo, entonces ya sabemos lo que se aproxima, una gran tormenta que arrasa con todo a su paso, y aunque eso sea para muchos una maldición, lamentablemente no se puede evitar.

Pero... ¿Por qué me viene justo ahora a la mente el comienzo y final de una tormenta?

Sé la respuesta: porque simplemente se sentía así. Todo el recorrido desde el lago hasta de vuelta al castillo me alertaban que me acercaba aún más al caos, aunque ese sentimiento se sintió por primera vez cuando salí del castillo. Sin embargo, mientras mi mente caminaba, otra parte de mí divagaba en externos pensamientos, como un cruce, me contradecía a la par. Pensando en lo que había pasado en el lago. ¿Acaso aquel lugar era maldito? En las dos veces que he ido ninguna ha salido bien, joder, pero está última me ha sacado por completo del cielo, y este al haberlo tocado me ha echo sentir tan malditamente bien que el miedo abunda en mi. Me gustó, ¿pero eso no significa que me estoy acercando al pozo que me advirtieron que ni lo mirara? Estoy dejándome llevar... y eso me asusta.

Habíamos regresado por un atajo al castillo de la manera más normal posible. O al menos eso era lo que reflejaba la espalda del príncipe Kim al estar enfrente de mi. Tan pronto habíamos salido del lago el me vistió con tal rapidez que parecía como si se fuera ha acabar el mundo en diez segundos, omitiendo que no me puso algunas prendas y el resto las dejó tiradas, cómo lo hizo conmigo también lo hizo consigo mismo, y en menos de lo que esperaba me había sujetado la mano con fuerza y sin previo aviso habíamos emprendido un camino. Y aún luego de diez minutos por un camino abandonado seguía mi muñeca siendo sujetada por su larga mano. Hasta llegar a una de las decenas de puertas, desconocidas para mí, del castillo.

Está nunca la había visto, suponía que era otra puerta que serviría como una atajo, o para que el personal no nos viera.

De vuelta a mi "Teoría Tormenta" había llegado a la conclusión de que solo eran tontos pensamientos míos, que cada cual tomaría su rumbo a la habitación correspondiente y no hablaríamos más hasta la mañana. En fin, al entrar nuevamente al palacio por una puerta desconocida y oscura en menos de lo que esperaba estábamos en el piso con la más hermosa alfombra. Y justamente ví la puerta de mi habitación, mirándolo con ojos de gloria acerqué mi mano para entrar pero había olvidado una cosa, y era que aún estaba siendo arrastrada por un figura mayor a la mía. Mi ceño se frunció.

– Kim, mi habitación está justo detrás de nosostros. –señalé mi espalda aunque sabía de sobra que él no me estaba viendo–

Ignoró por completo mi comentario y siguió con fuertes pisadas su camino. Este se había limitado a menos de quince pasos, dónde se podía ver que el nuevo lugar al que nos dirigíamos era su habitación. Traté de detenerlo con alguna justificación de por medio, pero la velocidad con la que abrió aquella puerta al igual que la cerró me tomó de sorpresa, y no solo eso, también tomó la iniciativa para pegarme contra esta y quitándome poco a poco espacio por dónde mirar o algún milagro por dónde escapar.

Sin pensarlo dos veces terminó por abalanzarse a mi como un animal y atraparme con sus manos mientras me besaba con ferozidad. Necesitaba respirar, pero mientras trataba de hallar una escapatoria para inhalar, la lengua de Taehyung sellaba ese espacio al instante.

Sabía que lo que había pasado en el río había sido mi primer orgasmo, me tuve que mantener fuerte al venir al castillo pues mis piernas de vez en cuanto flaqueaban. Pero ahora que si ni siquiera puedo escapar como otras veces era peor, me temblaban las piernas y cada vez me hiba achicando más. Por una pequeña suerte Kim se dió cuenta de que poco a poco hiba decreciendo y me tomó por ambos muslos y me alzó como si no pesara nada. Ya no me tenía que preocupar por caerme, ahora solo sentía como se había pegado más a mi, a tal punto en que nuestros pechos se comprimieron para demostrar quién era más resistente. Soltó mis labios en una última lamida y pasó a mi cuello, y sin poderlo evitar me estaré y eché mi cabeza hacia atrás, respirando nuevamente pero soltándo todo aquel aire por jadeos fríos. Una fuerte mordida en aquel lugar descubierto me hizo enrollar mis piernas en su cintura y apretar aún mis brazos a su espalda. Necesitando que parara pero al mismo tiempo que siguiera así. Cerré los ojos con fuerza y repetía en una sintonía los jadeos cada vez que Taehyung mordía, lamía o chupaba mi cuello. Hasta que pasamos de estar en la puerta a dirigirnos hasta su cama.

Príncipe Caprichoso •|KTH|• [+18] [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora