Príncipe Caprichoso •|KTH|• [+18] [EN PROCESO]

•06• El orgullo de la familia Lee

Dedicado a annishiie
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– ¡Gooru!

Aquel grito casi al lado de mi oído hace que pegue un brinco de susto, y como si eso fuera poco caigo de la cama con todo y sábanas blancas alrededor de todo mi cuerpo y mi rostro.

– Auch. –me quejo por el fuerte golpe que recibe mi cabeza al impactar contra el suelo–

Ya no me quedan más dudas, mi muerte la va a ocurrir mi prima.

– Perdón perdón. –pide disculpas ayudándome a parar y sentarme en la cama en la cual estaba durmiendo–

– Maldita sea Soohyun. –le doy una mirada asesina– Más te vale que sea algo importante o de vida o muerte para que me hayas despertado de aquella manera tan brutal.

– Sobre eso... –miraba puntos muertos del cuarto, tal vez nerviosa–

Si, ella está nerviosa, lo cual hace efecto en mi.

– Puedes decirlo, no voy a reaccionar mal. –una mentira que mi madre ni se la creería–

Suelta un suspiro relajando un poco su cuerpo.

– Se que no será así, pero si o si tengo que decírtelo. –me mira directamente a los ojos– En el primer piso están los guardias reales.

Mantén la calma. Tal vez solo vienen a tomar el té.

– Mejor arréglate rápido y baja, yo ya había escuchado parte de la conversación, pero tienes que escucharla con tus propios oídos.

Sin dejarme hablar se va a paso rápido.

Con un fuerte nudo en la garganta hago rápido mis tareas mañaneras. Tardé pocos minutos, pero estaba lo suficientemente lista para bajar y ver qué era lo que sucedía.

Antes de bajar por las oscuras escaleras suleto un suspiro, tratando al menos de calmarme.

¿A quién quiero engañar? Quiero desaparecer por el simple echo de saber que hay guardias reales abajo.

¿Vienen a llevarme a la cárcel por los delitos que he cometido contra el príncipe?

Espero que no sea eso.

Tocando mi pecho con mi mano echa un puño me atrevo a bajar las escaleras, estás con cada paso nervioso que daba hacían un sonido para nada agradable. Es extraño, pues está nunca han emitido sonido extraño. Tal vez es mi mente que está creando ilusiones de terror. Unos cuantos escalones más y ya estaba en el primer piso de la casa. Di unos cuantos pasos y por fin ví lo que me mantuvo nerviosa apenas desperté. Guardias reales, cuatro guardias reales parados en una línea limpia, bien firmes y muy serios.

Creo que hoy es el día de mi muerte.

Todas las personas presentes se dieron cuenta de mi insignificante presencia, los guardias levantaron su cabeza y toda mi familia de giraron, siendo yo el maldito centro de atención de toda la casa.

Muy incómodo.

Ante todas las miradas trago fuertemente avanzando a paso lento a ellos.

– ¿Ocurre algo? –mi voz sale baja–

Miro a mis padres, en busca de respuestas, o al menos palabras positivas.

Espera...se supone que hoy era el día de mi muerte, sin embargo mis padres sonreían como nunca, junto con el resto de mis familiares.

Ahora puedo decir que tengo el doble de miedo que hace cinco minutos.

– Hija, no tengo idea de lo que está pasando. Lo único que sé es que eres el mayor orgullo de la familia Lee. –habla mi padre con voz orgullosa–