Gritos del soldadito de plomo

38 3 1
                                    

Bill estaba entrando al confesionario en ese preciso momento, algo nervioso por estar a punto de tener una conversación con un criminal. Al entrar se quedó mirando al hombre rubio con gafas, hasta que ambas de sus miradas se conectaron, Bill apartó la mirada y se sentó en la silla del lado opuesto a donde Daniel se estaba sentado. -"Em... ya sabrás para que he venido así que...-"

-"Eres muy joven para ser policía."

-"Soy... Estoy de practicas, soy asistente del detective de la ciudad..."

-"Casey Reed, 25 años, 1.75 de altura, hijo único. Lleva siendo famoso desde que consiguió mantener el orden en Steelwood por 3 años, ¿ese detective?"

Bill se quedó algo sorprendido, Daniel soltó una risa. -"Perdona, siendo hacker aprendes muchas cosas, siendo un principiante no voy a ponértelo difícil. Soy Daniel Tausch, tengo 27 años y soy alemán. Llevo trabajando con ordenadores desde los nueve años, he hackeado paginas del gobierno y robado archivos del pentágono. Aunque me gusta mantenerme entre las sombras tengo varios coleguillas... uno en especial que, imagino, que habréis fichado para hacer de Casey, Marco Gambino."

-"Si... es bueno que os conozcáis, os vamos a necesitar para esta misión. Solo tengo una... pregunta de nada, eh... ¿cómo de sexualmente activo eres?"- Bill preguntó nervioso.

Casey se despertaba la mañana siguiente en el sofá con una resaca colosal. Al levantarse se dio cuenta de que su amigo estaba durmiendo en el suelo a su lado, roncando por lo bajo. Sonrió un poco y se levantó para hacerse un café, iba a ir andando al trabajo porque no quería levantar a Dennis así que tras hacerse su café subió al dormitorio para ponerse su ropa de trabajo e irse. Por el camino se puso el álbum de Surfer Rosa, de los Pixies, uno de sus favoritos. Al llegar se acercó a Bill, aún con un audífono en el oído. -"¿Que tal ayer con tu criminal?

-"El mío es mas o menos majete."- Bill sonrió y le acompañó al laboratorio de Chief. -"El de Chief es un poco más... salvaje."- Al llegar vieron a Chief tratando de arreglar sus gafas con un destornillador, aún tenían un cristal roto y una patilla doblada. Chief lo único que tenía era un moratón en la cara. Casey se quedó mirándolo.

-"Es un matón."- Chief le contestó. -"Y yo un endeble, deberíamos hacer ejercicio o tener algún tipo de entrenamiento."

-"Entrenamiento... igual nos podrían entrenar."- Casey pensó en voz alta. -"Y puede que conozca a la gente ideal para ello."

-"Los polis sois muy raros, pero está bien."- Jonas miró a los tres chicos en la puerta de su casa. -"Os daré entrenamiento para mafiosos. Entrad."

Jonas les llevó al patio, un pequeño jardín con una pista de entrenamiento. La casa era propia de un capo de la mafia, pero ese jardín era muy colorido para ser de su propiedad. En la pista de entrenamiento se encontraba James, que se había colado al escalar la valla y estaba practicando con su navaja. -"James."- Jonas le llamó. -"Me vas a servir hoy, trae el material de entrenamiento."

James sonrió y entró a un cobertizo corriendo para sacar el material, Chief cruzó los brazos. -"Un entrenamiento de defensa propia serviría, ¿no?"

-"Para nada, en la mafia no tienes que saber defenderte de los ataques."- Jonas cogió una barra de PVC de entrenamiento que James había traído. -"Tienes que saber prevenirlos."- Con un rápido movimiento de mano el hombre mayor realizó un ataque oscilante hacia la cara del policía, quien lo paró con ambas manos en un acto reflejo.

-"Algo así, le vas pillando el truco."- Carcajeaba Jonas mientras Chief le daba las gracias al cielo de no haberse roto las gafas otra vez. Casey al ver la expresión del afroamericano empezó a reírse. Últimamente pocas cosas le hacían sonreír, así que fue un logro, por lo menos eso pensaba Bill al ver como Casey se tapaba la boca y hacía como si no se hubiera reído.

Casey ReedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora