Casey Reed

Una promesa

Casey sabía exactamente que día era. Se despertó antes de los demás para vestirse e ir a la azotea a esperar la llamada de su compañero, Bob, a quien iba a informar sobre los descubrimientos que habían hecho en esa semana de infiltración.

Miraba el sol apareciendo entre los escombros de lo que en su día fueron edificios, sintiendo la brisa mañanera golpeando su cara. Al sentir su móvil vibrando en su bolsillo lo sacó para responder la llamada.

-"Bob, sácate una botella de agua porque te vas a cansar de anotar todo."

-"Listo, cuenta."
Una conversación que duró casi una hora y media, el cansancio al final de ambas líneas telefónicas y la falta de datos sobre aquella droga hizo que Bob le plantease la posibilidad de abandonar la misión y dejarlo estar. Casey, ya con su tercer cigarrillo de la mañana, gruñó. -"Ni de coña, ya sabes que esto va a tardar lo suyo, y si nos salimos ahora todas esas muertes no van a haber servido de nada."

-"No seas así Casey, ya sé lo que significa para ti todo esto pero ya no puedes cambiar nada."

-"¿Que?"

-"Hablé con tu padre, vino a preguntar por ti. Me contó lo de tu madre."

El detective se quedó callado con el ceño fruncido. -"Sea lo que sea lo que te ha contado, no tiene nada que ver con ella. Estoy aquí porque no pienso volver a ver un asesinato en mi ciudad, y menos por una mafia de mierda como esta. Hablamos la semana que viene."- Colgó y apagó el móvil. Se sentó y apagó el cigarrillo contra el suelo antes de echarse las manos a la cabeza

-"¿Tu madre?"- Ese acento italiano inconfundible se escuchó detrás de nuestro protagonista.

-"Jódete, Marco."

-"Que amable..."- Se acercó al otro y le cogió de la cabeza para echarle para atrás. Casey sintió algo contra su nuca, pero antes de poder preguntar o sacar conclusiones escuchó a Marco cargando el arma, que era aquello que estaba presionada contra la parte trasera de su cabeza. -"Tu y yo tenemos que hablar, stasera, te estaré esperando."- Y antes de que Casey se pudiera girar ya se había ido. Casey se levantó y se arregló la ropa antes de volver a bajar hasta sus apartamentos. Al llegar todos sus compañeros estaban esperándole para irse de negocios otra vez.

-"Buenos días, detective."- Dijo Chief. -"Hoy las chicas no nos han dicho nada, pero la pandilla de Hunter ha ofrecido hacerle una presentación sobre la droga que vimos ayer."

-"Genial, pues vamos."

-"Con calma, tigre, nos han dicho que la presentación es solo para su jefazo . Vosotros tres os quedáis aquí, yo voy a llevar a Hunter, no la lieis mucho."- Dennis bajó con Hunter para ir a donde iba a ser la presentación. Bill miró a Casey para sonreír y ponerle ojos de corderito. -"¿Puedo irme con D.A.T.A.?"

Casey suspiró. -"Si, ten cuidado."- Al oír la respuesta Bill salió corriendo hacia el apartamento de Daniel. Chief miró al detective con curiosidad. -"¿No te preocupa que le haga algo?"

-"Si, pero no es un crío, y Daniel sabe que como le haga algo le descuartizo y lo meto en una tarjeta gráfica hasta que salga confeti hecho de su piel."

-"Ah, entonces no pasa nada."

El día pasó por inadvertencia, D.A.T.A. miró la hora en su ordenador. -"Se está haciendo tarde, ¿no tenéis que ir a ningún lado hoy?"

-"Nop, no nos han dicho nada, ¿tu tienes que hacer cosas?"

-"Eh.. bueno, si, pero si quieres puedes venirte. No creo que tarde mucho."- Se reclinó sobre el respaldo de su silla.

-"Si es algo ilegal no puedo hacerlo, ya lo sabes."

Daniel carcajeó. -"Ya lo sé, no es nada de eso. Venga, vamos a quitárnoslo de encima y luego a seguir hackeando el Cookie Clicker."- Cogió algo del escritorio antes de levantarse de la silla junto a su cadete y subir con él a la azotea.