Tan pronto como Casey entró al almacén, se escondió detrás de una de las grandes pilas de cajas de madera, asegurándose de tener su pistola cargada y lista para disparar. Al final de la sala se escuchaba una conversación tenue y alejada que resonaba de pared en pared.
-"...Hola."- Casey se giró repentinamente para soltar un chillido callado al ver a su amigo pelinegro. -"¿PERO NO TE DIJE QUE TE QUEDARAS EN EL COCHE?"- Susurró aún estando enfadado.
-"Si pero... es que da cague, además de que he oído un golpeteo y.."
-"Yo me cago en tu puta madre capullo, que esto es solo para polis."
-"Ya ya, si solo voy a estar.. pues aquí, aparte."
-"Te odio."- Casey giró la cabeza para asomarse, comprobando que la conversación había parado y seguramente finalizado. -"Si me pegan un tiro me haces de escudo humano."- Dejó su escondite para adentrarse más en el almacén mientras su compañero le seguía por detrás. Era un almacén no demasiado grande, de alrededor de 20 metros de longitud y 10 metros de ancho, pero lo suficientemente alto para guardar más de cincuenta cajas de madera igual de grandes que un adulto.
En una de las paredes había una apertura que daba directamente con un muelle donde una figura encapuchada estaba importando algún tipo de mercancía de un barco y dejándola a sus pies, era el momento perfecto para que Casey saliera a interrogar.
-"..'Cucha, tú."- Dennis se acercó a la figura desde detrás de Casey, ignorando por completo que esto era una misión policial. -"¿Tienes de la buena?"- Esa sonrisa con dientes del chico pelinegro acompañada de la luz lunar podía convencer a cualquiera de que se trataba de algún criminal.
-"Eh... si... tengo, ahm-"
-"No no, ¿por qué no le dices el catalogo a mi amigo?"- Se giró para mirar a Casey, quien estaba mas desorientado que una brújula en el polo norte. El detective se acercó con la pistola en mano. -"Tengo más preguntas que hacerte aparte del catalogo, igual te gustaría sentarte."
Se movieron a una de las salas del almacén donde por fin el chico se quitó la capucha, tenía el pelo desordenado y una complexión delgada, su piel era algo grisácea, sus ojos estaban acompañados de unas ojeras malsanas y también poseía una pequeña calavera tatuada en su cuello. -"A ver... si me vais a detener o algo que conste que acabo de empezar en esto..."- Se sentó al otro lado de una mesa de café en un pequeño sofá negro. La habitación era igual a una pequeña oficina.
-"En realidad me importa una mierda el trafico de droga y son las 12 de la noche así que no tengo muchas ganas de detener a nadie.. pero necesito respuestas."- Casey estaba sentado delante suya en una silla, Dennis estaba detrás suya de pie.
-"Stanley Bray, ¿te suena?"
-"Es un cliente si... le entregué una nueva droga hace un par de semanas.."
-"¿Nueva droga?"- Ambas de sus cejas se levantaron en confusión.
-"S-Si.... eh... ¿puede... tu amigo dejar de apuntarme con la pistola?..."
Casey se giró para ver a Dennis que estaba jugando con la pistola a base de apuntar al sujeto. -"...Dennis."- Bajó el arma. -"Perdón."
-"Sigue."
-"Está siendo muy famosa.. se llama como el trastorno este mental.. PTSD ese.. PTD se llama."
-"¿Lo importáis desde fuera?
-"No exactamente... los ingredientes vienen de fuera, que yo sepa se produce aquí, solo soy un camello pero trabajo con varias redes así que me informo bastante."
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Casey Reed
RandomNuestro protagonista es un joven de 25 años que trabaja en el departamento de policía. Localizar a los delincuentes y darles lo que se merecen es uno de los trabajos más satisfactorios... es lo que diría si fuera policía. Porque sí, aunque tiene un...