El molesto sonido de su alarma lo despertó por quinta vez esa mañana, apagándola mientras se sentaba al lado de la cama. Con un bostezo y un estirón, estaba listo para comenzar el día.
- "Joder..." - Murmura Casey tan agraciado como siempre mientras se frota los ojos y espera su café. Observó el líquido caliente verterse en la taza y olió el aroma casi a nuez. Poco después de tragar la bebida, rápidamente se vistió con su mejor camisa blanca, corbata negra, vaqueros y zapatos informales.
Salió de su apartamento y fue caminando a su trabajo.
Después de ser recibido por la mayoría de sus compañeros y la secretaria, se sentó junto a su escritorio. El trabajo era bastante aburrido últimamente ya que la ausencia de nuevos criminales significaba menos nuevos problemas y, aunque esa idea es bastante agradable para la mayoría, no lo era para Casey ni para ninguno de sus compañeros en la oficina.
- "¡CASEY!" - Gritó Bill, su asistente. Era un tipo rubio, bajito y bastante delgado, que vestía un par de anteojos redondos y una camisa blanca debajo de un suéter granate, jeans y converse rojos. - "¡Tenemos un nuevo caso! Te necesitan en la escena ahora mismo, aunque es un poco sangrienta..."
- "Podrías habérmelo dicho antes de irme de casa ..."
- "No tengo tu número de teléfono." - Frunció levemente el ceño.
- "... También es verdad." - Casey se levantó de su escritorio y montó en el coche de la policía hasta que llegó a su destino.
Su "destino" estaba justo debajo del gran puente que conectaba Steelwood con el exterior. El gran río se estrechaba hacia abajo, cortando y chocando contra los fuertes pilares que lo sostenían. Casey se inclinó bajo la línea policial para encontrar a Bob arrodillado junto a lo que parecía un cadáver.
- "Oye, ¿por qué tanto alboroto?" - Bob se hizo a un lado para mostrar el cadáver en descomposición de lo que solía ser un joven, su piel estaba hinchada y azulada, algunas arrugas se podían observar en las articulaciones.
Casey hizo una mueca de asco cuando le llegó el olor. -"Jod...er..."
Bob se rió disimuladamente. - "Sí, 28 puñaladas en la espalda y cortes en las manos, parece un asesinato".
-"¿Asesinato? ¿En Steelwood? Absurdo."
- "Díselo a este tipo".
- "Podría, pero no me va a escuchar".
- "Que gracioso eres." - Bob se rió de nuevo, poniéndose de pie. - "De todos modos, Chief va a estimar cuánto tiempo ha estado nadando y quién es este tipo, ya sabes qué hacer, detective". - Le dio una palmadita en la espalda y se alejó.
Casey le lanzó una mirada poco alegre mientras anotaba cada detalle en su pequeña libreta, todavía estaba extrañado por la repentina aparición del crimen ya que Steelwood era una ciudad bastante pacífica, pero hay malotes en todas partes. Regresó al departamento para ayudar a Chief con el reconocimiento y tomar algunas notas más.
Chief era un afroamericano delgado, aunque lo suficientemente en forma para meterse en una pelea y romper algunas narices si quería, técnico y científico eran sus mejores adjetivos. Estaba sentado en un taburete, mirando al microscopio. Casey llamó y entró. - "¿Alguna noticia sobre nuestro fiambre?" - Se detuvo junto al otro.
- "Ha estado nadando durante mucho tiempo, eso seguro. Unas pocas semanas o un mes como máximo. "- Apartó la cabeza de la herramienta y miró a nuestro detective.
- "También hay mucho ADN de pescado aquí, fue una buena comida".
Casey sonrió tontamente. - "Bufé para peces". - Lo anotó mientras hablaba.
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Casey Reed
LosoweNuestro protagonista es un joven de 25 años que trabaja en el departamento de policía. Localizar a los delincuentes y darles lo que se merecen es uno de los trabajos más satisfactorios... es lo que diría si fuera policía. Porque sí, aunque tiene un...