Mi jefe pervertido

3.1K 51 12
                                    

Otra vez llamo el jefe desde su oficina hacia la mía, llamo muy enojado, como siempre; se piensa que por ser el jefe puede tratarme como se le de la gana....

Y si, ustedes dirán, "que tonta, ¿Por qué no renuncias?", Pero no es tan fácil, ya que tengo un muy buen sueldo y uno como el que me dan aquí no lo consigo en cualquier lado, aparte es un privilegio ser la secretaria de el jefe de una de las más importantes empresas en todo el mundo.

Bueno, ahora me dirijo a su oficina.
Había un gran caos ahí, mucha gente hablando y caminando por todos lados; pero cuando escuchaban unos tacones caminando a pasos firmes se hacían a un lado, no sé si sea por mi mala cara que llevo en el rostro, o que, pero solo se alejaban de mi.

Golpeé dos veces con mis nudillos aquella puerta, una que conocía a la perfección; una puerta grande, de madera algo lujosa y una manija de metal, color dorado.

En seguida escuché un "adelante", una voz muy gruesa y firme, que estremecería a cualquiera; pero a mí no. Era la voz de mi jefe, del famosísimo Joseph Lee Burrow.

Tome la manija entre mi mano y la gire, está se abrió y dejo ver toda la inmensa oficina por dentro, entre y cerré la puerta.

Era una oficina muy grande, aislaba el ruido; había un escritorio, una silla giratoria dónde yacía el señor Burrow; eran paredes grises excepto una, un lado era solo cristal templado, dónde se podía ver toda la ciudad hacia abajo, la vista era realmente hermosa; también había un sofá mediano de cuero negro y aún lado otro más chico, uno individual.

¿Me buscaba señor? -pregunté mientras me acercaba al escritorio-

El se dió la vuelta haciendo contacto visual conmigo.

Llegas tarde -hizo una pausa- como siempre -suspira y se levanta de su silla, rodeando el escritorio para comenzar a caminar hacia mi en pasos lentos- ¿Te piensas que puedes llegar tarde cada que quieras? digo, porque si es así estás muy equivocada -me volvió a mirar-

Es que yo.... -trate de justificarme pero fue inútil-

Ya estoy harto de ti, es hora de que te castigue, ¿No crees? -se acerco a mi y coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja-

¿Me va a despedir? -bufé sarcástica- no va a poder sobrevivir sin mí ni una semana -le regale una sonrisa pícara-

-rio amargamente- siéntate en mi escritorio -exigio-

Lo mire algo confundida mientras me quedé parada enfrente de el.

¿Que esperas? -ahora si me dió miedo-

Hice lo que dijo; camine hasta aquel mueble y me senté, extrañamente estaba vacío, podría decirse que listo para que yo me sentará.

Joe avanzó hacia mi.

Se paró justo enfrente de mi; me miró a los ojos, después me escaneo con la mirada, otra vez a los ojos y por último a mis pechos, dónde se encontraba mi camisa un poco abierta de los primeros botones. Lamió sus labios "mierda", pensé.

Después de esto creeme que me obedeceras en todo lo que yo te diga.

Sin poder decir nada me tomo del cuello y me besó apasionadamente.

La verdad yo lo quería, si, lo quería desde hace mucho tiempo.

Siempre fue un amor/odio, pero no faltaba el coqueteo o incitación sexual, pero jamás creí que el me correspondía o que iba a pasar esto, simplemente no me lo creía; tarde algo en procesarlo.

One Shots <Joe Burrow>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora