Capítulo 3

159 16 2
                                    

𝓙𝓾𝓵𝓲𝓮𝓽

Me encontraba sentada en los primeros tres escalones de la entrada de Joe, quien podaba el césped

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me encontraba sentada en los primeros tres escalones de la entrada de Joe, quien podaba el césped. A mi lado, tenía mi caja llena de ingredientes que necesitaría para hacer cada postre encargado por la persona que me contrataría, sería una prueba.

Saqué de mi bolso mi agenda de recetas y comencé a repasar.

—¿Has arreglado tu cerradura? —preguntó mi ex guardia.

Negué con la cabeza. Hace unas semanas, la llave se trababa y eso impedía abrirla, pero, venía zafando bastante.

—La arreglaré en cuanto tenga tiempo. —decidí guardar silencio y continuar leyendo.

—¿Por qué tarda tanto? —Joe fijó su vista en mí, yo elevé mis hombros y continué con mi lectura— ¿Estás nerviosa? —preguntó.

—Un poco. —entre cerré los ojos— Queda cerca de la playa.

—Estarás bien.

Desde que había llegado a México, había sido incapaz de acercarme a la playa. Me recordaba a aquel viaje en crucero que había hecho con mi padre, el cual no me prestaba atención. ¿Lo recuerdan? El que le pedí al sol que mi padre pasara tiempo conmigo. No me caía bien la playa ahora mismo.

—No lo dudo. Solo... —hice una pausa— Entraré allí, haré mis postres y me iré.

—Lleva tu celular. —ordenó.

—Sí, Joe. —rodé los ojos— Lo llevaré.

— ¿Has hablado con Antonia?

—Tengo cita en la tarde. —dije. En cuanto supe que vivir aquí sería definitivo se lo comuniqué y no tuvo ningún problema en continuar por medio de video llamadas, fue un alivio para mí.

— ¿Cómo es que consiguió tu número? —cuestionó refiriéndose al cliente.

—Se lo dio Ruth, también le dio el menú de la cafetería, así eligió los postres. —vi que el hombre enviaba una mirada desconfiada— Joe, ya no trabajas para mí. Deja de preocuparte.

—Yo jamás te cuidé por trabajo, y lo sabes. Eres como una hija para mí y...

—Y podrías enfocarte más en cómo mejorar tu vida. —sonreí— ¿Qué hay de la señora González? —pregunté con cierto tono divertido.

—No pasa nada, solo... es una vecina amable. —pude notar un poco de nerviosismo en sus gestos.

Reí por lo bajo.

— ¡Lo siento, lo siento! —Federick se disculpaba desde el otro lado de la calle.

—Juliet llegará tarde por tu culpa. —lo regañó Joe.

— ¿Por qué no la llevaste tú?

—Porque has insistido. —respondí en su lugar— Siempre que no hacemos las cosas como tú quieres, te enfadas. —me puse de pie y tomé la caja.

𝒥𝓊𝓁𝒾𝑒𝓉 + 𝒥𝒥 | 𝐎𝐮𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐚𝐧𝐤𝐬; 𝐉𝐉 𝐌𝐚𝐲𝐛𝐚𝐧𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora