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La noche era temerosa, nadie estaba despierto a esa hora.
Para desgracia de Yuji, había tenido una reunión con Gojo a altas horas de la noche así que tuvo que volver muy tardes a los dormitorios.

Según lo que sabía, su habitación está a lado de la de Michiko así que fácilmente está podría escuchar cuando llegará.

Aun tenía muchas cosas que pensar, no quería lastimarla.. Aunque no la conociera, no le parecía una mala persona o alguien maldita.

Su piel se puso de gallina, al escuchar suaves pasos en el fondo del pasillo. Sacó el cuchillo que anteriormente se le había entregado listo para atacar si fuese necesario.

—¿Mm?... Yuji. — pronuncio una voz suave y un poco profunda. — No debes estar a estas horas afuera.

Al instante se dio cuenta que se trataba de Teshigawara, la cual cargaba en sus brazos un par de serpientes que la rodeaban por completo, aquello lo asustó demasiado, especialmente por que una en especifico no dejaba de mirarlo fijamente. 

No espero a que respondiera y siguió acercándose hacia su persona, logrando que se pusiera cada vez mas nervioso. 

—Te ves cansado, ¿quieres un té? Te ayudará a dormir, te lo aseguro. — preguntó con una sonrisa amigable quitando todo rastro de malicia de su mirada.

La verdad tenía un poco de dudas, pero al final no se pudo negar ya que podía aprovechar la oportunidad para conocerla mejor.

—Claro, me encantaria. — aceptó.

No sabía por que , pero sentía dentro de él que debía ser más cortés y bien portado delante de ella. Como si fuera alguna especie de maldición poderosa que lo hacía arrodillarse sin pensarlo.

Michiko le hizo una seña para que lo siguiera hacia lo que parecía una cafetería, donde solo estaba un hombre de apariencia dudosa. Este le sonrio con gran alegría a la fémenina.

—¡Mi linda serpiente! —exclamó levantado sus brazos para abrazarla.

No lo conocía, nunca lo había visto en todo el tiempo que ha estado en esta academia, incluso Gojo-sensei se tomó la tarea de presentarle a todo el personal de la Institución... Tal vez se olvidó de él.

La pelinegra correspondió su abrazo durante unos minutos, antes de ordenar un té verde y una malteada.
Se notaba que ella estaba completamente acostumbrada a vivir de noche, que no le temia a la oscuridad y a lo que se encontraba dentro de ella.
Comó si fueran uno mismo.

❝ 𝑯𝒆𝒃𝒊 ❞ 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora