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Yuji se mantuvo en silencio, tratando de entender las palabras de su profesor. No fue hasta que escuchó una pequeña carcajada detrás suyo que salió de sus pensamientos.

—Dudo que sepas lo que pasaría si una serpiente blanca te muerde, Gojo-sensei. — Michiko respondió ante su precaución.

La femenina de oscuro cabello tenía una expresión contenta por ver a sus compañeros en buen estado, sin darle importancia a los medicamentos que se mantenían dentro de su cuerpo. Se levantó de la cama y caminó hacia el pelirrojo.

—No te preocupes, estarás bien. — expresó sin preocupación. — Solo debes asustarte con las negras y azules.

Yuji afirmó sin poder entenderlo del todo. En cambio, Gojo sonrió complacido al ver cómo su alumna estaba recuperada.

—Muy bien, Michi-chan. — exclamó alzando sus brazos con entusiasmo. — Ya estás como nueva, ahora debemos seguir con las misiones.

Megumi bufó golpeando su frente con la palma de su mano. No le dio importancia a las palabras de Gojo y empujó a Michiko sobre la cama.

—Debes reposar, no quiero que salgas de esta cama hasta que estés completamente recuperada. — ordenó sin emoción.

La serpiente blanca salió de su ropa y se dejó caer sobre el abdomen de la menor, demostrando su apoyo hacia Megumi.

—Tal parece que ambos se unieron en mi contra. — dijo con cierto descontento, mientras se cubría con las sábanas para ignorar la fuerte mirada de Megumi.

Megumi sonrió de lado antes de hacerle una seña a los chicos para que se retiraran, dado que debían dejar que la femenina descansara y se recuperara. Gojo aceptó su petición dándole una leve palmada en su cabellera en forma de despedida. En su caso, Suguru soltó un leve suspiro brindándole una mirada significativa a la serpiente, que simplemente movió su cuerpo para ocultarse bajo las sábanas en busca del calor de Michiko.

La habitación se quedó en silencio, solamente el suave sonido de los árboles moviéndose con el viento era escuchado por Michiko. Su mirada viajó por sus brazos notando las nuevas cicatrices que la marcarían.

—Gracias por ayudarme en la pelea, seguramente no hubiera sobrevivido si no fuera por ti. — susurró tocando su corazón y cerrando sus ojos en busca de aquel calmado latido. Hebi se movió por sus brazos desvaneciendo cada cicatriz en ellos, llegando hasta su rostro y reposando su cabeza sobre su mejilla.

—No quiero que nadie te haga daño, este mundo es realmente peligroso para ti. Cierra los ojos y descansa, yo te protegeré incluso con mi vida, mi extraordinaria diosa. — los susurros llegaron hasta sus oídos, golpeando suavemente sus sentidos y provocando que el dulce sueño la abrazara.

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⏰ Última actualización: Apr 27 ⏰

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❝ 𝑯𝒆𝒃𝒊 ❞ 𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐊𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora