❀❀𝐒𝐞𝐧̃𝐨𝐫𝐢𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚❀❀

❀ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐕 ❀

Tardé un poco más en dormirme, recordando como fue que conocí a aquella chica que amaba con él alma.

-flashback-
(Isabela y T/N tenían 6 años)

Era una mañana cómo cualquier otra en el pueblo de Encanto, como siempre la familia Madrigal salía de casa para ayudar a la gente y cumplir con sus tareas, entre ellos una pequeña de cabello negro largo y vestido violeta. Se separaron al llegar a la calle principal, y cada miembro de la familia se fue por diferente camino, Isabela se quedó de pie esperando a que alguien la llamara o necesitara.

-- ¡Hola! -una niña se le acercó a la chica Madrigal.

-- Ammm... ¿Hola? -respondió.

-- Soy T/N ¿Tú cómo te llamas?.

-- ¿En serio no me conoces? -la pequeña Madrigal estaba muy confundida, todos en el pueblo sabían quién era desde que recibió su don ¿Cómo es que ella no lo sabía?

-- Ehh nop.

-- ¿En serio no sabes?

-- Ya te dije que no, mira niña, si no quieres jugar conmigo solo dilo.

-- ¡¿Niña?! -ok, ahora sí estaba molesta, o más bien muy extrañada. Todos en el pueblo sabían quiénes eran ella y su familia, o eso creía pues aparentemente esa extraña pequeña no tenía ni idea. Suspiró y finalmente dijo:

--Soy Isabela Madrigal.

-- Ah bueno, entonces ahora si ven -T/N tomó a Isabela de la muñeca y comenzó a llevarla a quién sabe dónde.

-- ¡E-espera! ¿A dónde vamos?

-- ¿Cómo qué a dónde? Si que eres rara niña... Vamos a jugar, obvio.

-- ¡Oye, ya te dije mi nombre! Soy Isabela, no "niña"

-- Ah caray ¿No eres una niña?

-- Emmm ¿Sí...? -Isabela pensó para sí misma "¿Qué rayos le pasa a esta mocosa?"

-- Bien, entonces te voy a seguir diciendo "niña"

-- ¡P-pero...! -la paciencia de la morena se había terminado- ¡¡AGHH!! -en cuánto exclamó eso se soltó del agarre y se disponía a irse, pero no se dio cuenta de que a su paso dejaba un pequeño rastro de múltiples cactus de distintos tamaños.

-- ¡Guauu! -dijo T/N- ¡Qué increíble!

-- ¿Y ahora de qué estás hablan...? -la pequeña Madrigal volteó a ver a la niña para confrontarla, pero al hacerlo ni terminó su frase por el impacto, desde que recibió su don hace poco más de un año nunca había creado algo similar- vaya... Esto es inesperado...

-- ¿Inesperado? - dijo T/N, saltando de un lado a otro, mientras Isabela aún admiraba su creación con asombro- ¡Yo diría más bien increíble! ¿Cómo hiciste eso? ¿Acaso eres maga?

-- No, no soy una maga -el enojo se había ido, solo le quedaba la sorpresa, ahora sí se tomaría el tiempo de responderle como se debe- soy una Madrigal.

-- ¿Una Madrigal? ¿Cómo es eso?

Y así se les fue toda la tarde, Isabela le hablaba sobre su don y su familia y ella escuchaba, por ratos detenía la conversación para crear flores y más plantas las cuales T/N miraba y tocaba con asombro. Estaban conversando muy agusto, hasta que la Madrigal escuchó como su abuela la llamaba.

-- Me tengo que ir, adiós.

-- ¡Espera! -T/N tomó la muñeca de Isabela, haciendo que se detuviera- ¿Vendrás mañana?