Vamonos... ¿Si no?

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Bueno. Llegó el día. Nos íbamos a ir a Las Bahamas. Yo nunca había ido a Bahamas, pero ya sabia que iba a ser fantástico.
Como en todos los viajes, me tocó meter todas las maletas en el coche para ir al aeropuerto, pero como estaba de buen humor por ir a Bahamas no me importó tanto como otras veces.
A las 11:21 llegamos al aeropuerto, y también me tocó bajar las maletas y llevar el carrito. Fueron el peor momento del día. ¿Porque? Pues porque adivinad a quien le toco hacer todo. Ya se que no es tan complicado. Pero saber que los demás no hacen nada, y que en cambio yo no paro de mover maletas. Pero bueno es lo que toca por ser el "mayor" y el "hombre de la casa"
Bueno, al final cogemos el avión a las 15:00. Hora exacta. Papá ha comprado billetes de primera clase, porque dice que por una vez que salimos de España, es mejor que lo hagamos bien. La primera clase es genial. Tenemos un baño solo para nosotros. No tenemos que compartirlo con nadie. La primera clase es bastante amplia. Tanto que cuando me siento en mi sitio puedo estirar los pies. Esto de la primera clase está bastante bien. Entonces hablan por la radio. ¿Y que es lo que pasa? Vaya que el avión tiene que esperar, porque la pista está llena. Al final salimos a las 15:42. Pero aprovecho ese tiempo para probar un juego que hay en la televisioncita que te dan. Pero solo en primera clase. Uno de los lujos de tener un padre que gane dinerito.
El viaje, aunque dura 13 horas, se me hace corto. Demasiado incluso. Sobre todo porque me paso la mayor parte jugando con María o viendo la tele. Vale, vale, vale, vale. Al llegar la hora de cenar... ¿buah a que o adivináis que pasó? Pues que me trajeron una carta con toda la comida que había. Estaba el primer menú, que tenía un filete con patatas de primero y una ensalada de segundo, y el segundo menú, tenía pizza de primero y helado de postre. Me gustó porque la pizza era mediana y no había segundo, pasaba al postre. Joder era una bomba. Sabía que luego me iba a pasar factura.
Si es que cuando digo que tengo razón, siempre tengo razón. Voy corriendo al baño. Por el camino le doy en la cara a un señor. Me disculpo y salgo disparado, otra vez, al baño. Cuando llego está ocupado. ¿Pero quien está en el baño? Joder, sino entro ya voy a potar en el avión. Abro la puerta y veo a alguien lavándose las manos, pero paso completamente de él y voy directo al vater. Al fin. Me siento fatal, pero a la vez me siento limpio. Entonces me doy cuenta de que no estoy solo. Ostras... Había alguien en el baño antes de que entrara. Me levanto y... Ufffff. Es María. Es un alivio, porque pensaba que sería otro tío, pero también me siento vergonzoso. Podría haber sido peor. Me ayuda a limpiarme, me besa en la mejilla y nos vamos a nuestro sitio. Por el camino vuelvo a pedir perdón al señor.
Al fin llegamos a Bahamas. Son las 3 de la mañana. Ya paso de volver a llevar las maletas, así que me hago el dormido y le toca a Jaime llevar las maletas. Jejeje... No es que me haga gracia, pero al menos me he librado.
Al salir del aeropuerto me estiro, como si hubiese dormido y me río de mi hermano.
Pero entonces él le dice a mi padre, que no puede mas, me ve si ninguna mochila, y me encasqueta las maletas. Pero ya estamos casi fuera así que no me importa.
Al salir llega una limusina, y se baja el conductor en el que pone, nuestro apellido. Si señor. Como vive mi tía. La limusina era enorme. Había bebidas y una tele plasma.
El conductor nos dejó sacar la cabeza por la ventanilla del techo. Vimos la playa, un montón de bares y chicas, pero María me dio una colleja.
Llegamos a casa de mi tía. Vale, mi casa era una miga de pan comprada con la casa de mi tía. Sabíamos que se había casado con un hombre muy rico, y que él ahora no estaba. Así que teníamos toda la casa para nosotros. Mi tía nos recibió en la entrada, y nos fue abrazando a todos, incluso a María. Espera, ¿porque la abrazaba sino la conocía? Vale, ya vi la cara de mi madre. Así que supuse que le diría que venía una "amiguita" de Javi a mi tía. Igualmente cada uno nos fuimos a nuestra habitación. A María y a mí nos tocó las habitaciones juntas.
Hasta el momento estaban siendo las mejores vacaciones de toda mi vida.

¿Príncipes azules? Quien se los ha inventadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora