Jade desde muy niña siempre había sido una princesa con un carácter suave, aunque un poco peculiar en sus gustos. A la princesa Jade le fascinaban las serpientes, a sus ojos eran animales hermosos, pero también entendía lo peligrosos y mortíferos que eran. Tener un maestro para aprender a encantar serpientes no era algo que una princesa debería tener, ni aprender; como decía su hermano mayor, ella era una persona un poco rara.
Su madre la llamaba su flor del desierto, mientras que para su padre era la serpiente de Arena.Muchas veces Jade quiso aprender a pelear pero su infancia estuvo llena de una salud frágil que a medida que crecía mejoró, pero no al punto para poder someterse al entrenamiento por lo que optó por escoger serpientes como compañeras. Su padre, el rey Darius era de esos que le gustaba consentir a sus hijos, así fue como Jade conoció al viejo Farzaneh, un encantador de serpientes muy huraño que llegó a tener un gran cariño por ella.
Sus niñas, Shiara y Taina eran su orgullo. Dos bellas serpientes que mantenía bien cuidadas y alimentadas. Shiara era una cobra blanca sin colmillos venenosos que había sido regalo del maestro Farzaneh, mientras que Taina era una cobra negra venenosa que ella le compró a un mercader que visitó una vez el reino, cuando la vio por primera vez Jade quiso tenerla bajo su cuidado.Las doncellas ya habían terminado de guardar los velos favoritos de la princesa, cuando su hermano Omer entró a sus aposentos. Jade estaba frente a dos grandes cajas hechas de vidrio y oro, donde estaban sus bellas niñas. Shiara y Taina ya habían despertado porque sabían que era hora de la comida, Jade las alimentaba ella misma dejando caer los ratones en la caja para que ellas comieran gustosas.
Omer se sentó en su cama, viéndola alimentar a sus mascotas. Jade sacó a Shiara de la caja y esta se enredó alrededor de su brazo para dejar que la acariciara con ternura, de las dos serpientes, Shiara era la más cariñosa. Su hermano se puso incomodo, aunque antes Omer palidecía cada vez que veía a Shiara y Taina, su miedo se ha ido menguando al paso de los años.
—Aun me sigue dando escalofríos tu mascota Jade, ¿cómo no te da miedo que un día te mate? —preguntó Omer.
—Trato de no pensar en eso, además, como dijo Farzaneh: si yo las alimento y la cuido como es debido no tendremos problema alguno. —la serpiente siseo mirando a Omer, quien trago saliva. —Aún recuerdo lo asustado que estaba nuestro padre cuando las vio la primera vez es igual que tú.
Cuando compré a Taina encontré eran una cosita tan pequeña, Shiara fue la que mejor se adaptó a mí pero Taina era reservada, igual no quería dejarla, eran el equilibro de la otra. Shiara blanca y pura, Taina oscura y venenosa, tanto que cuando el sol se reflejaba en si piel daba un efecto precioso de colores. Han crecido bastante y quiero creer que ambas me han tomado cariño. Por lo menos Shiara lo hizo, Taina deja que la tome y me obedece, aunque no es tan cariñosa como su hermana.
—Guarda a ese animal en su caja, me revuelve el estómago la manera en que me mira —espetó Omer caminando hacia el balcón de mi habitación, reí y volví a meter a Shiara a su caja.
—¿Qué querías decirme hermano? —preguntó Jade siguiéndolo hacia el balcón.
—Míralos. —sonreí al ver lo que él veía.
—Siempre lucen tan enamorados —murmuré. Mis padres estaban juntos paseando por los jardines del palacio, el rey acunaba el rostro de la reina y se inclinaba para besar su frente. —Me pregunto cómo es que lo logran. Lidiar con todos los problemas del reino y luego darse el tiempo de ser una pareja.
—También me encuentro preguntándome lo mismo.
—Espero que la reina que elijas sea alguien tan buena como mamá.
—Nadie es tan buena como nuestra madre. Imaginar que padre luchó por ella y hasta nombró nuestro reino en su honor.
—Reino de Mahin. —dije con una sonrisa. Cuyo significado en Persia era “Reino De la Luna”.
“Cyra significaba Luna, por eso le decían a mi madre la luna del rey”.
En ese momento padre levantó el velo de nuestra madre revelando los cabellos dorados y la marca un poco escamosa que iba desde su cien hasta su mejilla derecha nació con ella, por eso a veces se asustaba creyendo que nosotros pudiera nacer con esa marca. Miré a mi hermano y él estaba serio.
—Pensar que nuestra madre tuvo que vivir su vida con una marca en su rostro siendo señala y menospreciada. No puedo imaginarlo, me llena de rabia. —dijo Omer —Ahora ella es una reina, quien se atreva a hablar de ella solo conseguirá que lo decapiten.
—Y yo haré que Taina los muerda. —enfatice haciéndolo reír.
////////////////////////
Durante la noche, los reyes Darius y Cyra se reunían en sus aposentos preparándose para dormir, no había nadie más en la habitación que ellos dos, los sirvientes preparaban el baño pero no se quedaba porque así lo quería el rey, nadie tocaba el cuerpo de su esposa más que él. Cyra era una mujer inteligente, amada y respetaba por su pueblo y su familia, sobre todo por su esposo, aunque cuando se miraba al espejo y veía la marca que trataba de cubrirlo con velos y su cabello, la hacían sentir un poco intranquila.
Mientras se quitaba las joyas y la dejaba en el tocador, su esposo se le acercaba y posaba sus manos en sus hombros para inclinarse y besar su hombro desnudo.
—Darius. —murmuró riendo por las cosquilla que le producía los besos de su esposo en su piel.
—Mi bella esposa.
—¿Después de tantos años sigues pensado que soy bonita? —preguntó la reina, mirándolo a los ojos.
—Las más bonita —la abrazó, pegando su espalda delgada a su duro pecho —¿Quién se atreve a decir que mi reina no es bonita? Mataré a quien te haya ofendido…
—¡Ya bruto, no digas esas cosas! Sabes que no me gusta. —Cyra terminó sentada en el regazo de su marido.
—Si alguien lastima a mi luna o la hace sentir mal por supuesto que merece que lo mate. —Darius siempre la mirada como si fuera una joya, quería mantenerla en una vitrina por temor a que se rompiera, a Cyra no le gustaba un comportamiento tan sobreprotector, ella sabía cuidarse sola, pero sabía cómo llegar a un punto medio en la relación con su posesivo marido —¿Me amas Cyra?
Ella rodeo los hombros de su marido con sus brazos.
—Más que a nada, mi rey. —Darius la besó, apoderándose cada respiro, pasarían los años y no dejaría de amarla. Sostuvo entre sus dedos uno de su mechones rubios.
—¿Sabes? Me quede esperando un hijo con tus ojos y tu cabello dorado. —Cyra rio.
—Mi rey, su cabello negro que me encanta… —paso sus dedos por el cabello largo de su esposo —Y sus ojos oscuros fueron genes demasiado predominantes en nuestros hijos.
—¿Sabes que es lo mejor de que ellos ya sean mayores? Que ahora puedo tenerte para mí solo. —Cyra se río.
—Eres peor que un niño malcriado con un juguete.
—Pero tú no eres un juguete. Eres mi reina, mi mujer, la única por la cual enfrente a un imbécil y su imperio para poder hacerte mi esposa. Y al final me escogiste a mí.
—Te amaba, por supuesto que te escogería por encima de todo.
//////////
Holis 👋🏻😅✨ Vamos lento pero seguro. De estas historias al final me decidí por hacer una trilogía.1) Dasha. (Terminada)
2) Jade. (En proceso)
3) Cyra (Si, porque todos tienen que conocer la historia de la reina Cyra que será la última parte 🖤✨🔥)
![](https://img.wattpad.com/cover/248327806-288-k424933.jpg)
ESTÁS LEYENDO
© 𝕵𝖆𝖉𝖊. PARTE II
Historical Fiction❦︎ 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐚 𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚𝐝𝐚 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐚 𝐩𝐨𝐫: EvelynCampos488 ❦︎ "El amor no justifica una traición" Dos amigos que se vieron envueltos en el deseo por una misma mujer. Han pasado años y los hijos del rey han crecido. Alexander tan fiero como ansi...