Capítulo 5

86 11 0
                                    

ALEXANDER.
Como príncipe heredero y futuro rey tenía muchas responsabilidades, aparte de los problemas con los esclavistas, mantener los asuntos del comercio, política y el pago de los impuestos del reino. Estábamos ocupados con la bienvenida de los reyes de Persia.

—Tanto esfuerzo y dinero invertido solo para recibir a uno de tus amigos.

—Más que eso. Darius fue un aliado cuando lo necesite, no puedo faltarle el respeto a él y ni a su familia. Es un tipo bastante vengativo con los que ofenden a su reina. —dijo mi padre.

—Me recuerda a alguien —comente divertido, aunque él lo negara también era débil por su esposa Selina. —¿Cuánto tiempo se quedaran?

—Tal vez un mes o menos, pero mientras estén aquí habrá que tratarlos con el debido respeto como nuestros invitados.

—Deberías comentárselo a Selina, que se lo diga a Aimé para no esté haciendo travesuras y berrinches después.

—Esa niña nos volverá locos. —replicó cansando.

Aimé, la menor de todas mis hermanas, se había convertido en la más traviesa e incontrolable. Ni siquiera Idris que es como una salvaje se atrevía a tanto. Mis padres ya sufrían por mantenerla en cintura, aunque ese pequeño demonio solo fingía ser un ángel frente a mi mejor amigo Brandon Lane, el heredo del duque de Lane, quien pronto se convertirá en mi cuñado.

Mi padre ya tenía planeado que me casara con Cassiopea Lane, la hermana menor de Brandon. Cassia es una opción segura, bella,  determinada, inteligente, impecable frente a los nobles. Todo lo que mi padre buscaba para que gobernara a mi lado.

Acepte a Cassia porque la conocía, no nos queríamos, tampoco es como si buscara enamorarme, no esperaba una historia de amor como la de mi padre con Selina. Era muy realista desde que había iniciado a tomar mis responsabilidades como príncipe y futuro rey de Gales.

Tantos años en la corte me habían hecho ver que la gran mayoría de mujeres que conocía, compartían una cosa en común, esperaban un beneficio al intentar seducirme, me desagradan ese tipo de artimañas.

//////////////////////
JADE
Después de meses de preparación para nuestro viaje, hoy era el día en que partiríamos. Todo ya había sido preparado y ahora tocaba la parte más difícil para mí. La despedida.

—Te extrañaré. —abracé a mi hermano.

—Veras como el tiempo pasa y pronto nos veremos. Tienes que escribirme. —reí.

—Tardarían meses en llegar la respuesta.

—No me importa. Igual quiero saber de ti y de cómo te tratan allá… te amo hermana.

—Y yo a ti. —aunque no quisiera me tuve que separar de Omer y padre se situó frente a Omer.

—Sé que podrás mantener todo a flote Omer.

—Lo haré lo mejor que pueda padre, por favor cuídalas.

—Con mi vida —prometió mi papá. Esta era su oportunidad de demostrar que tan bien Omer podía gobernar el reino, las expectativas eran grandes y sabía que mi hermano no quería decepcionar a nadie.

Yo confiaba en que lo haría excelente. Nos despedimos y subí al carruaje para acompañar a mi madre. Tenía nervios y muchas expectativas por lo que vendría. Era la primera vez que iba tan lejos de mi hogar, de la tierra que amaba para ir a un reino desconocido.

—¿Jade?

—¿Qué sucede madre?

—Estas muy pensativa, ¿qué tienes?

—No es nada, solo me siento expectante por el viaje.

© 𝕵𝖆𝖉𝖊. PARTE IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora