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Dean había estado demasiado preocupado por Cas, incluso había llenado su buzón con mensajes, pero no había señales de él y temía lo peor. Conoce al ángel mejor de lo que cree, y sospecha que puede está haciendo al estúpido o ya hizo algo estúpido y está herido, en peligro o peor aún, muerto. Y eso último le hela la sangre.
Pero de pronto la puerta se abre y de inmediato va a ver si se trata del ángel, y si, es él.
— Hola.
— ¿Hola? – dijo Dean bastante furioso - ¿Solo un jodido hola? Te he estado llamando, te he estado buscando ¿Dónde demonios estabas Cas? Estaba creyendo lo peor.
— Lo sé y lo siento, pero donde estaba no tenía señal – lo miro – Lo siento Dean.
— Como sea.
Dijo sin más y se retiro a su habitación.
Sam se acercó al ángel quien se quedo con la mirada triste.
— Dean estaba preocupado por ti, yo también – dijo Sam.
— Lo sé Sam, pero trato de hacer algo bien por una vez.
Cas dejo a Sam ahí y se fue por el camino por donde Dean había partido momentos antes. Al llegar a la habitación del rubio, toco un par de veces su puerta y después de unos segundos abrió la puerta. Miro al cazador molesto frente a su computadora.
— Dean, lamento no haber respondido tus mensajes y llamadas – suspiro – Solo trato de hacer algo bien.
— ¿En el cielo? Te quiero recordar que ellos te vetaron, te quitaron tus alas – lo miro - ¿O es que ya lo olvidaste?
No lo había olvidado, pero no respondió su pregunta y eso hizo que el cazador volviera su mirada a la computadora. El ángel metió sus manos dentro de su gabardina y saco el casete que él le había dado.
— Te quería entregar esto – puso el casete sobre su escritorio – Gracias por eso.
Estaba apunto de irse cuando Dean lo detuvo.
— Es un regalo – dijo extendiendo el casete sin mirarlo.
Un regalo. Por un segundo el corazón del ángel latió con fuerza.
— Gracias – volvió a tomarlo y al ver que el cazador no tenía intenciones de verlo, cerró la puerta y fue a su habitación.
Entro a su habitación, dejo el casete en uno de los cajones de su escritorio, no quería perderlo o que se dañara. Era un regalo, uno de los mejores y favoritos casetes de Dean de Led Zeppelin se lo estaba regalando, eso sin duda era algo que valoraba muchísimo. Esos detalles tan pequeños eran lo que lo hacían amar aun mas a Dean Winchester.
Y es por eso que estaba frustrado por todo l, no que estaba pasando no quiere seguir mintiéndole a Dean, pero necesita hacer algo bueno, algo de su parte y mantenerlo a salvo.
